La decisión unilateral del régimen de Nicolás Maduro de expulsar a los diplomáticos brasileños que custodiaban la embajada argentina en Caracas ha generado una ola de condenas en la región. Chile, Paraguay y Uruguay han expresado su profundo rechazo a esta medida, que consideran una violación flagrante del derecho internacional.
En un comunicado oficial, el gobierno chileno denunció que esta acción representa un «serio desconocimiento» de las convenciones de Viena sobre relaciones diplomáticas y consulares. Por su parte, Paraguay lamentó la revocación «unilateral» de la autorización a Brasil y destacó que esta medida viola «los principios consagrados en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas».
Uruguay, por su parte, advirtió que esta situación constituye «una violación a la normativa internacional y un nuevo avasallamiento de los derechos de los ciudadanos venezolanos asilados». Asimismo, el gobierno uruguayo hizo un llamado al cumplimiento de las normas internacionales y expresó su esperanza en una resolución pacífica y ajustada a derecho.
Los opositores venezolanos asilados en la embajada argentina denunciaron que, previo a la expulsión de los diplomáticos brasileños, fueron objeto de un asedio por parte de las fuerzas de seguridad del régimen de Maduro. El gobierno argentino ha condenado enérgicamente estos hechos y ha advertido que cualquier intento de intromisión o secuestro de los asilados será considerado un grave atentado contra los derechos humanos.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de tensión en Venezuela y ha llamado al régimen de Maduro a respetar el derecho internacional y a garantizar la seguridad de los diplomáticos y los ciudadanos venezolanos.
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