Agentes de seguridad venezolanos rodearon durante la noche del viernes la residencia oficial de la embajada de Argentina en Caracas, donde se encuentran refugiados seis opositores políticos desde marzo. Los asilados denunciaron a través de las redes sociales el asedio y el corte del suministro eléctrico en la sede diplomática.
Pedro Urruchurtu, coordinador internacional de Vente Venezuela, informó que funcionarios de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) cercaron el lugar. Entre los opositores refugiados se encuentran María Corina Machado, líder de Vente Venezuela, y otros destacados miembros de la oposición.
Este nuevo asedio se suma a las denuncias previas del grupo, quienes a finales de julio ya habían alertado sobre la presencia de funcionarios gubernamentales en las inmediaciones de la embajada, buscando tomar la sede diplomática. Esta situación representa una grave violación al derecho internacional y a la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
Contexto regional
El gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado la presión sobre la comunidad diplomática en Venezuela. Desde agosto, Brasil asumió la custodia de las sedes diplomáticas de Perú y Argentina en Caracas, tras la expulsión de los miembros de ambas legaciones. Además, el régimen venezolano exigió el retiro de los representantes de otros países, como Chile, Costa Rica y Panamá, en respuesta a las críticas internacionales sobre las recientes elecciones presidenciales.
Impacto y repercusiones
El asedio a la embajada de Argentina y la expulsión de diplomáticos extranjeros generan una profunda preocupación en la comunidad internacional y ponen de manifiesto la creciente tensión política en Venezuela. Esta situación podría tener graves consecuencias para las relaciones diplomáticas de Venezuela con otros países y agravar aún más la crisis humanitaria que atraviesa el país.
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