Ataque a la UCR: tensión en la política nacional y reacciones cruzadas

En la madrugada de este sábado, un hecho de vandalismo sacudió la sede del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) en Buenos Aires, donde agresores ingresaron y causaron destrozos sin sustraer objetos. La situación ha suscitado reacciones inmediatas dentro del arco político, especialmente en el contexto de la creciente tensión entre la UCR y el oficialismo liderado por Javier Milei.

El Vandalismo y las Acusaciones

El ataque se produjo en el edificio situado en la calle Alsina 1786. Según las primeras imágenes de las cámaras de seguridad, un hombre manipuló el sistema de acceso antes de que otros dos individuos, uno de los cuales actuó como «campana», intervinieran en la oficina del senador Martín Lousteau, que fue la más afectada. El Comité Nacional de la UCR emitió un comunicado señalando que los atacantes rompieron muebles, computadoras y revisaron documentos, dejando las instalaciones en condiciones deplorables.

El presidente Javier Milei no tardó en reaccionar, sugiriendo en sus redes sociales que el incidente podría ser un intento del titular del Comité Nacional de la UCR, Martín Lousteau, por ocultar documentación relacionada con el presupuesto universitario. «Tremenda casualidad. Justo cuando la UBA se niega a que le hagan las auditorías…», escribió Milei, alimentando las suspicacias en torno a la motivación detrás del ataque.

Reacciones desde el Arco Político

El vandalismo generó un fuerte repudio en varios sectores de la política. Rodrigo de Loredo, en un mensaje en la plataforma X, condenó el ataque y exigió la identificación inmediata de los responsables. «Repudio el grave ataque a la sede de nuestra casa, la @UCRNacional», expresó.

Leopoldo Moreau, diputado nacional por el Frente de Todos, también se pronunció en contra del hecho, aludiendo a un patrón de ataques recientes: «Parece que a alguien el discurso del odio le garpa. Repudio y esclarecimiento ya», escribió.

Otros legisladores, como Daniel Arroyo y Juliana Di Tullio, se unieron al clamor por justicia, destacando la gravedad de los hechos y la necesidad de una respuesta rápida por parte de las autoridades. «Es inaceptable para la vida democrática», manifestó Arroyo.

Llamado a la Reflexión

Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín, no escatimó en críticas hacia el clima de hostilidad. «No podemos relativizar hechos como estos. Son muy graves», afirmó, instando a Milei a condenar públicamente el ataque.

Las reacciones de la UCR y de la oposición en general reflejan un clima de preocupación por la escalada de violencia y la polarización política en el país. La diputada Karina Banfi y el presidente de la UCR, Maximiliano Abad, exigieron a la Justicia un rápido esclarecimiento del ataque, reafirmando su compromiso con el respeto a la democracia.

Conclusión

Este ataque a la sede de la UCR no solo ha generado indignación entre sus miembros, sino que también ha puesto de relieve las tensiones latentes en la política argentina. En un contexto electoral ya polarizado, los acontecimientos de la madrugada sirven como un recordatorio de la fragilidad del clima democrático y la necesidad de un diálogo constructivo entre las distintas fuerzas políticas. La situación se mantiene en desarrollo mientras se investigan las identidades de los agresores y sus motivaciones.


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