La creciente inflación y la pérdida de poder adquisitivo continúan golpeando duramente a los sectores más vulnerables en Argentina, en particular a los jubilados. Según un reciente informe de la Defensoría de la Tercera Edad, la canasta básica de los adultos mayores ya supera los $912.584, lo que representa un incremento del 54,37% entre abril y octubre. Este aumento refleja el impacto del constante encarecimiento de alimentos, medicamentos y servicios esenciales.
En un contexto donde más de cuatro millones de jubilados perciben una jubilación mínima de $234.540, más un bono de $70.000, la diferencia entre ingresos y gastos es abismal. Para cubrir el costo de vida, un jubilado necesitaría más de tres veces esa cifra. Además, los beneficiarios de la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) perciben un haber aún menor, lo que agrava su situación.
¿Qué necesita un jubilado para cubrir sus gastos?
El relevamiento de la Defensoría revela que los principales rubros de la canasta básica son alimentos ($236.873), vivienda ($198.000) y medicamentos ($145.268), que en conjunto representan el 64% de los gastos totales. Otros gastos importantes incluyen limpieza ($101.443), servicios ($83.000), recreación ($58.000), transporte ($55.000) y vestimenta ($35.000).
Críticas a las políticas de bonos
El Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, Eugenio Semino, criticó duramente las políticas del gobierno para mitigar la crisis de ingresos mediante bonos, calificándolos como «parches» que no solucionan el problema de fondo. Semino denunció que estos bonos solo evidencian la precariedad en la que se encuentran los jubilados y no logran revertir la pobreza en la que está sumido este sector de la población.
«Es una historia que se repite. Los nuevos datos de la Canasta Básica de los Jubilados ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde cada vez más el sector», lamentó Semino, agregando que «no hay perspectivas de mejora». La falta de una solución estructural para los siete millones de jubilados y pensionados en Argentina sigue siendo un tema crítico.
La situación plantea serias dudas sobre el futuro de millones de personas mayores, en un contexto de crisis económica que parece no dar tregua.
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