Caracas/Buenos Aires – En un hecho sin precedentes desde la Guerra de Malvinas, Brasil acordó representar los intereses de Argentina en Venezuela luego de que el régimen de Nicolás Maduro ordenara el cierre de la embajada argentina y la expulsión de todo su personal diplomático.
La decisión fue tomada tras intensas negociaciones entre la canciller argentina, Diana Mondino, y sus pares brasileños, Julio Bitelli y Mauro Vieira. Este jueves, la sede diplomática argentina en Caracas cerró sus puertas, y el embajador Andrés Mangiarotti y su equipo abandonaron el país.
Asilo político y tensiones diplomáticas
La crisis se intensifica ante la situación de seis opositores al chavismo que se encontraban bajo protección en la residencia del embajador argentino. Estados Unidos ha exigido un salvoconducto para estos asilados, mientras que el gobierno brasileño ha solicitado que no se hostigue a la sede diplomática.
La medida de Brasil de asumir la representación argentina en Venezuela implica que la bandera brasileña ondeará en la embajada argentina y que el país vecino tendrá la responsabilidad de proteger tanto los intereses argentinos como la seguridad de los opositores políticos.
Un nuevo capítulo en la crisis venezolana
Esta decisión marca un nuevo capítulo en la compleja relación entre Argentina y Venezuela, y pone de manifiesto la creciente tensión en la región. La expulsión de los diplomáticos argentinos y la solicitud de asilo para los opositores políticos han generado una fuerte reacción internacional, y se espera que las negociaciones continúen en busca de una solución pacífica a esta crisis.
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