Este miércoles, directores del Conicet visitaron la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados, presidida por Daniel Gollán. En este encuentro, entregaron un informe sobre la situación actual del organismo y solicitaron atención a las partidas presupuestarias, esenciales para su funcionamiento.
Claudia Capurro, vicepresidenta de Asuntos Científicos del Conicet, recordó que el organismo, creado en 1951 bajo la presidencia del doctor Bernardo Houssay, se ha convertido en el principal referente de ciencia y técnica en Argentina. Con 12,000 investigadores, 10,500 becarios y 4,200 miembros de personal técnico y administrativo, el Conicet tiene sedes en 17 provincias. Sin embargo, Capurro advirtió sobre una fase de decrecimiento: «Los egresos por jubilaciones y renuncias no se compensan con nuevos ingresos al sistema.»
La motivación de jóvenes para ingresar al campo científico es uno de los desafíos más grandes, con una significativa reducción en la cantidad de becas disponibles, que pasaron de 2,400 a 1,750 en el último año. «Estamos ante una situación muy delicada», enfatizó Capurro, quien instó a las autoridades a garantizar el financiamiento necesario para las investigaciones y la estabilidad laboral del personal.
Los directivos Alberto Baruj y Mario Pecheny también expresaron su preocupación. Baruj señaló que la discusión con el Ejecutivo sobre el número de becas ha sido compleja y reflejó el fenómeno del éxodo de investigadores, tanto hacia el exterior como dentro del país, hacia institutos provinciales más fuertes. «El impacto es especialmente fuerte en las provincias y entre los más jóvenes», agregó.
Pecheny, por su parte, expresó la «tristeza, dolor y frustración» de la comunidad científica ante la percepción de una amenaza a su trabajo e instituciones. Subrayó la crítica situación presupuestaria y la falta de financiamiento para proyectos, así como la baja en los salarios.
En un tono alarmante, Pecheny denunció la aparición del miedo a expresarse dentro de la comunidad científica, citando ataques a ciertas disciplinas y la presión sobre investigadores. «Esto es gravísimo», advirtió, al tiempo que solicitó al Congreso el cumplimiento de la Ley de Financiamiento de la Ciencia (27.614) y su inclusión en el presupuesto 2025.
La visita a la Cámara de Diputados pone de relieve la necesidad urgente de abordar estos desafíos para preservar y fortalecer la ciencia y la tecnología en Argentina.
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