Consumo en picada: los argentinos compran menos y se endeudan más en el súper

El consumo se desploma: las ventas caen 9% y crece el uso de tarjetas de crédito para financiar compras básicas, mientras la morosidad se dispara.

El bolsillo argentino no da tregua. Mientras las ventas en supermercados y mayoristas siguen en caída libre, cada vez más familias recurren a la tarjeta de crédito para comprar alimentos, artículos de limpieza y productos esenciales. El dato surge de un informe de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que muestra que las ventas mayoristas se redujeron 8,4% interanual, y las de supermercados, pese a un leve repunte de 0,34%, registraron una baja mensual del 0,23%.

Según la UBA, las ventas en autoservicios mayoristas se ubican hoy un 35% por debajo del nivel que tenían al inicio de la gestión de Javier Milei, mientras que los supermercados están un 27% por debajo. “A más de 32 meses del inicio del mandato, el nivel de ventas en ambos segmentos continúa sin recuperar los valores de comienzos de la gestión”, señalaron.

Desde el inicio del actual gobierno, la contracción acumulada en los mayoristas es del 21%, y en los supermercados alcanza el 9%. La tendencia, advierte el informe, “confirma la baja probabilidad de recuperación de la demanda y refleja una profundización de la retracción del consumo, especialmente entre los revendedores”.

Pero el dato más alarmante está en la forma de pago: entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, el uso de tarjetas de crédito en supermercados pasó del 39% al 45% del total. Mientras tanto, el débito cayó del 34% al 26%, y el efectivo del 20% al 16%. En contraste, las billeteras virtuales subieron del 7% al 13%, marcando un cambio estructural en los hábitos de consumo.

“Una proporción creciente de los hogares estaría recurriendo al endeudamiento para afrontar consumos básicos mensuales, lo que evidencia que gran parte de los ingresos se destina al pago de servicios, mientras los salarios apenas logran ganarle a la inflación”, explicó el relevamiento.

En paralelo, la morosidad en el crédito al consumo creció un 147% desde el inicio del mandato de Milei: pasó del 2,5% al 6,2%. En otras palabras, los argentinos no solo se endeudan para llenar el changuito, sino que cada vez tienen más dificultades para pagar.

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