El “cordobesismo” bajo la lupa: la doble vara de Schiaretti según Pablo Carro

En su paso por Voces por el Camino, el programa conducido por Juan Manuel Flores en Nexus y la 102.5 Radio Nuevos Horizontes, el candidato a diputado de Fuerza Patria, Pablo Carro, dejó una reflexión que resonó fuerte en la política provincial: cuestionó el “cordobesismo” que encabeza Juan Schiaretti y lo calificó de demagógico y contradictorio.

Nos rasgamos las vestiduras con el Garrahan, pero en Córdoba ajustan el Rawson y echan a la gente que puso el cuerpo durante la pandemia”, dijo Carro, apuntando directamente a la gestión provincial. Su planteo expone una contradicción que muchos prefieren no mirar: mientras los representantes del cordobesismo se muestran como defensores de políticas sociales y sanitarias a nivel nacional, puertas adentro sostienen un modelo de ajuste silencioso que golpea al sector público.

Carro fue más allá y marcó la diferencia entre los discursos y la realidad: “Los docentes universitarios sí, los provinciales no. Los trabajadores de la salud nacionales sí, los cordobeses no. Esas son jugadas para la tribuna”, afirmó. La crítica apunta al corazón del relato schiarettista, ese que durante años se ha sostenido sobre la idea de una Córdoba autónoma, eficiente y “modelo” frente al resto del país, pero que hoy parece resquebrajarse entre números en rojo, hospitales en crisis y paritarias que no alcanzan la inflación.

El cordobesismo, más que una identidad política, ha sido una estrategia de diferenciación frente al kirchnerismo. Pero en ese juego de equilibrios y marketing, lo que Carro deja al descubierto es la falta de coherencia: se reivindican los derechos sociales cuando se trata del Garrahan o las universidades nacionales, pero se aplica el bisturí del ajuste en el Rauson o en las aulas provinciales.

Lo que el dirigente de Fuerza Patria pone sobre la mesa es una discusión de fondo: ¿puede el cordobesismo seguir sosteniendo su relato progresista mientras ajusta a los trabajadores del Estado y precariza la salud pública? La pregunta queda abierta, y el silencio oficial parece responder más que las palabras.

En tiempos donde el discurso de la “eficiencia” se usa para justificar recortes, la observación de Carro invita a mirar más allá de la épica provincial. Córdoba ya no es inmune al ajuste; simplemente lo aplica con acento propio.


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