Este lunes, el gobierno de Venezuela, a través de uno de sus principales ministros, Diosdado Cabello, rechazó las acusaciones sobre un supuesto asedio a la Embajada de Argentina en Caracas, tras una denuncia realizada por la Cancillería argentina. Cabello, quien ocupa el cargo de ministro del Interior en el gobierno de Nicolás Maduro, calificó como «fascista» al presidente argentino, Javier Milei, y expresó no saber de qué lo acusa. «No sé a qué llama él que se está acosando a alguien en su embajada, no sé, de verdad, desconozco de qué nos acusa ahora», afirmó el alto funcionario.
Las declaraciones de Cabello, que se produjeron en una rueda de prensa del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), continuaron con una ironía hacia el gobierno argentino: «Que paguen la luz, que paguen los servicios, nosotros no le vamos a regalar nada», agregó.
Además, Cabello aprovechó para lanzar un ataque a la dirigente opositora María Corina Machado, a quien calificó de «terrorista» y aseguró que «se acabó la impunidad» para ella y para los sectores que, según él, están «generando violencia» y promoviendo sanciones contra Venezuela.
El viernes pasado, la Cancillería argentina había denunciado actos de hostigamiento hacia su embajada en Caracas. Según reportes, el pasado sábado, agentes encapuchados de fuerzas del Estado venezolano comenzaron a rodear las instalaciones diplomáticas argentinas. Testigos, como el activista Pedro Urruchurtu Noselli, denunciaron que funcionarios del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (PNB) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) fueron vistos armados con rifles y bloqueando el acceso a la embajada. Urruchurtu se encuentra asilado en la sede diplomática desde marzo, junto a otras cinco personas, tras la detención de opositores políticos vinculados a María Corina Machado.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina condenó el «hostigamiento e intimidación» hacia las personas asiladas en su embajada en Caracas y subrayó que el accionar de las fuerzas venezolanas constituye una violación al derecho internacional, el cual garantiza la protección de las sedes diplomáticas. Asimismo, hizo un llamado a la comunidad internacional para condenar estos actos y solicitó la emisión de salvoconductos para permitir la salida de los opositores asilados.
El gobierno argentino también expresó su agradecimiento al gobierno de Brasil por asumir la representación de los intereses argentinos en Venezuela y por sus esfuerzos para proteger la seguridad de los asilados frente al hostigamiento del régimen de Maduro.
Esta situación se enmarca en un clima de tensión diplomática entre ambos países, donde las relaciones continúan siendo tensas por temas relacionados con los derechos humanos y la represión política en Venezuela.
Descubre más desde Nexus Contenido
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.