El Papa Francisco urgió el lunes a los dirigentes de Timor Oriental a prevenir “todo tipo de abuso” contra los niños y adolescentes durante su visita a este país asiático de mayoría católica, que recientemente ha enfrentado un escándalo de pederastia dentro de la Iglesia.
El pontífice, de 87 años, aterrizó en la capital timorense, Dili, a principios de la tarde, en la tercera escala de su gira de 12 días por la región Asia-Pacífico, que también lo llevó a Indonesia y Papúa Nueva Guinea, y que concluirá el viernes en Singapur.
En su primer discurso ante los líderes del país, el jesuita argentino instó a “actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abuso y garantizar un crecimiento sereno a nuestros jóvenes”, sin mencionar casos concretos ni la responsabilidad del Vaticano. Entre los casos de pederastia más notorios en Timor Oriental se encuentra el del obispo Carlos Belo, ganador del Nobel de la Paz en 1996 por su trabajo por la independencia, quien fue sancionado en secreto por el Vaticano en 2020 tras ser acusado de abusar sexualmente de niños durante dos décadas.
El Papa, que ha prometido “tolerancia cero” con la pederastia, no pidió disculpas ni reconoció el rol estructural de la Iglesia en estos abusos. Su agenda oficial no incluye, por el momento, ningún encuentro con víctimas
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