Quizás «El Señor de los Anillos» sea la única película con una calificación alta donde no hay sexo, propaganda LGBT, los actores no se desnudan y el héroe no resuelve todos los problemas solo. Además, los actores no eran famosos y la película recibió 17 premios Oscar.
En un panorama cinematográfico dominado por escenas explícitas y agendas políticas, «El Señor de los Anillos» destaca como una excepción. Esta trilogía épica dirigida por Peter Jackson no recurre a escenas de sexo, desnudos o propaganda LGBT para capturar la atención del público. En lugar de depender de esas fórmulas comunes, la película se centra en la narrativa, los valores universales y un elenco de actores que, en su momento, no eran grandes estrellas de Hollywood.
Uno de los aspectos más destacados de esta adaptación de la obra de J.R.R. Tolkien es que el héroe, Frodo, no resuelve los problemas por sí solo. A diferencia de muchas películas en las que el protagonista se convierte en la figura que salva el día, «El Señor de los Anillos» pone en el centro la colaboración, la amistad y el sacrificio como los elementos clave para vencer el mal.
Además, el éxito de la trilogía fue monumental, recibiendo 17 premios Oscar, incluyendo Mejor Película para «El Retorno del Rey», sin depender de actores de renombre en ese momento. La saga triunfó por su capacidad de sumergir al espectador en una historia poderosa y visualmente impresionante, dejando una huella imborrable en la historia del cine.
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