En un tiempo récord de seis meses, la Comisión Reformadora culminó la redacción del Nuevo Código Penal, tras llevar a cabo 20 acuerdos plenarios. En la última reunión, realizada en los tribunales federales de Comodoro Py, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, destacó el trabajo de la comisión, felicitando a sus miembros por haber logrado integrar más de 900 reformas en un único cuerpo normativo. Este nuevo Código Penal busca consolidar y organizar las leyes vigentes, integrando jurisprudencias de la Corte Suprema y adecuándose a las obligaciones internacionales asumidas por Argentina.
Cúneo Libarona subrayó la importancia de este avance, asegurando que el nuevo código dará previsibilidad y seguridad jurídica al país. También elogió la diversidad de perspectivas y disensos en el grupo de trabajo, lo que, según él, permitió enriquecer el texto final. El ministro resaltó la necesidad de actualizar un código que, desde 1921, había sufrido múltiples modificaciones.
El vicepresidente de la comisión, Mariano Borinsky, destacó que el nuevo código incorpora la protección de bienes jurídicos novedosos, como el ambiente, el patrimonio cultural, y el combate a delitos emergentes como el crimen organizado, el narcotráfico y el cibercrimen. Asimismo, indicó que la normativa incluye conceptos clave como «funcionario público», «clandestinidad» y «tortura», además de establecer un tercer libro dedicado a delitos contra la humanidad.
En cuanto a los derechos de autor, se determinó que instituciones educativas, museos y bibliotecas estarán exentas de pena siempre que el uso de las obras no afecte la explotación normal ni perjudique a los autores.
Este nuevo Código Penal marca un hito, al integrar de manera sistemática las normativas previas y adaptarlas a los desafíos contemporáneos del derecho, con un enfoque especial en los delitos más complejos y transnacionales.
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