Inicia la 121° Campaña Antártica de Verano 2024-2025 con la partida del ARA Puerto Argentino

Hoy comenzó la 121° Campaña Antártica de Verano 2024-2025 con la zarpa del remolcador y supply oceánico ARA Puerto Argentino de la Armada Argentina. Este primer buque, al mando del capitán de corbeta Pablo Polack, partió desde el puerto de Buenos Aires con 70 tripulantes a bordo, llevando combustible, víveres, material y personal para abastecer las bases argentinas en el continente blanco. Su primer destino es la Base Petrel, que forma parte del sistema nacional de 13 bases en la Antártida (6 permanentes y 7 temporarias).

El inicio de la campaña ocurre un mes antes de lo habitual, en una clara muestra de la ajustada planificación que busca evitar los retrasos de años anteriores. En 2023, las campañas solían comenzar en diciembre debido a dificultades económicas que afectaron el cronograma de licitaciones. Sin embargo, este año se logró adelantar la partida, garantizando el cumplimiento de los objetivos logísticos y operativos que se extenderán por 5 meses.



El rol clave de la Armada y el Comando Conjunto Antártico

A lo largo de la campaña, las Fuerzas Armadas realizarán diversas tareas, como el traslado de materiales, el relevo de dotaciones en las bases, el despliegue de científicos, el abastecimiento para la invernada y el repliegue de residuos. El Comando Conjunto Antártico, a cargo del capitán de navío Maximiliano Mangiaterra, tiene la responsabilidad de coordinar y ejecutar la operación logística que involucra el movimiento de cargas y personal. En este esfuerzo, se desplegarán distintos buques y aeronaves, como el rompehielos ARA Almirante Irizar, el buque logístico ARA Patagonia, los avisos ARA Puerto Argentino y ARA Bahía Agradable, y aeronaves como los helicópteros Sea King y los aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea.

Bases y cooperación internacional

Entre los principales objetivos de la campaña, destaca la transformación de la Base Petrel en un nodo logístico multimodal. Esta base, ubicada en la península Antártica, tiene como objetivo mejorar la conectividad entre el transporte aéreo y naval, y servir como centro de apoyo a diversas misiones de cooperación internacional. Países como República Checa, Uruguay y Brasil han mostrado interés en utilizar las instalaciones de Petrel para sus operaciones en el continente blanco.

Una de las mejoras clave en esta base es la pista de aterrizaje, que ha sido ampliada para permitir el aterrizaje de aeronaves de porte medio, y próximamente, de aviones más pesados. En junio de este año, se realizó con éxito la primera prueba de aterrizaje con un avión SAAB 340 de la Fuerza Aérea, lo que demuestra la capacidad operativa de la pista.

Desafíos administrativos y la cesión de bases

En el ámbito administrativo, persisten algunos desafíos. Las bases Carlini (ex Teniente Jubany) y Brown (ex Almirante Brown), que actualmente están bajo la órbita de la Secretaría de Malvinas y Antártida, aún esperan la firma de una resolución interministerial que permita su traspaso al Ministerio de Defensa, con el objetivo de centralizar la gestión administrativa y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos. Esta decisión, que implica la unificación de la gestión de todas las bases antárticas, busca optimizar el gasto y evitar duplicaciones.

Petrel y la sinergia con el sector privado

Además de los esfuerzos gubernamentales, Petrel está trabajando en estrecha colaboración con el sector privado. La empresa Mirgor, uno de los principales productores de electrónica en Tierra del Fuego, ha adquirido un avión Basler BT-67 que será utilizado para misiones de apoyo logístico y relevos de personal entre las bases nacionales. Este convenio, que se está negociando entre Mirgor, el Estado Mayor Conjunto y la Fuerza Aérea Argentina, permitirá utilizar aeronaves privadas para satisfacer necesidades operativas, transportar terceros y fomentar el turismo en la zona.

En resumen, la 121° Campaña Antártica de Verano no solo marca un nuevo hito en la presencia argentina en la Antártida, sino que también resalta la importancia de la cooperación interinstitucional, la optimización de recursos y la colaboración con el sector privado en la construcción de un futuro más eficiente y sostenible para las bases argentinas en el continente blanco.


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