La propuesta de habilitar la entrada de capitales privados en los clubes de fútbol, a través de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), fue uno de los pilares del mega-decreto 70/2023 que el presidente Javier Milei presentó a pocos días de asumir su mandato. Sin embargo, la posible implementación de esta medida desató una feroz confrontación con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), encabezada por Claudio «Chiqui» Tapia. A pesar de la resistencia judicial, las últimas señales indican que la situación podría dar un giro el próximo año.
El DNU que modificó el fútbol argentino
El Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, que Milei impulsó, proponía una reforma en la Ley del Deporte (20.655), permitiendo que los clubes de fútbol adopten la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas. Esto abriría la puerta a la inversión privada con fines de lucro en el fútbol argentino, algo que la AFA prohíbe actualmente al exigir que los clubes sean asociaciones civiles sin fines de lucro para participar en sus torneos.
El DNU también establecía que las organizaciones deportivas no podrían impedir a un club constituirse como SAD o afiliarse a una federación o liga, obligando a las entidades como la AFA a modificar sus estatutos para permitir esta nueva modalidad. Para ello, el Gobierno había dado un plazo de un año a las federaciones y asociaciones para adaptar sus normas.
La resistencia de la AFA y el freno judicial
A pesar de la iniciativa del Gobierno, la AFA no aceptó de buen grado la reforma. A través de un recurso judicial impulsado por la Liga de Fútbol de Salto, logró bloquear la implementación del decreto. Un fallo del Juzgado Federal de Mercedes, que fue ratificado por la Cámara Federal de San Martín, suspendió la habilitación de las SAD, lo que significó un triunfo para Tapia y su gestión.
El conflicto con el Gobierno no terminó allí. En octubre, la Inspección General de la Justicia (IGJ) intentó impedir la reelección de Tapia al frente de la AFA, amparada en una denuncia presentada por Andrés Fassi, presidente de Talleres de Córdoba y opositor a Tapia. Sin embargo, la Justicia volvió a fallar a favor del dirigente de Barracas Central, quien pudo asumir su nuevo mandato sin problemas.
El punto de inflexión: la reunión entre Tapia y Karina Milei
Cuando parecía que las tensiones entre el Gobierno y la AFA no tenían solución, un evento en Asunción, Paraguay, sembró una posible apertura en la relación. Claudio Tapia se reunió con Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del presidente, en el marco de un evento organizado por la Conmebol para confirmar la triple sede sudamericana del Mundial 2030. La reunión fue cordial, y Tapia aprovechó la ocasión para agradecer el apoyo de la Casa Rosada al proyecto de ser sede del próximo Mundial.
El encuentro terminó con un brindis conjunto y un gesto simbólico: Tapia obsequió camisetas de la Selección Argentina con los nombres de los presentes, generando una imagen de tregua que sorprendió a muchos. El Gobierno difundió la foto, pero el presidente Milei aclaró que este gesto no implicaba un acuerdo sobre las Sociedades Anónimas Deportivas, reiterando que su prioridad era la sede del Mundial.
El futuro de las Sociedades Anónimas Deportivas
Aunque las SAD siguen suspendidas por la medida cautelar dictada por la AFA, desde el entorno presidencial aseguran que es probable que se concrete la habilitación de las Sociedades Anónimas Deportivas en el primer trimestre de 2025. Según fuentes cercanas al Gobierno, existe una “buena predisposición” por parte de la AFA para avanzar en la implementación de la medida, que podría transformar el panorama del fútbol argentino.
Este cambio de postura de la AFA, según fuentes oficiales, se debe a que el organismo finalmente “entendió los argumentos” del Gobierno sobre la necesidad de modernizar el modelo de gestión de los clubes, lo que podría generar nuevas inversiones y mejorar la competitividad del fútbol argentino a nivel internacional.
La discusión sobre la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol argentino parece estar lejos de su resolución definitiva. Mientras la AFA continúa con su postura de resistencia judicial, el Gobierno apuesta a una modificación de su estrategia y, con el apoyo de algunos sectores del fútbol, espera que las SAD se conviertan en una realidad en 2025. El desenlace de esta disputa podría marcar un punto de inflexión en la relación entre el Estado y la AFA, con implicaciones para el futuro de los clubes y el fútbol argentino en su conjunto.
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