La Fundación Mediterránea, un influyente centro de ideas de Córdoba, ha emitido una alerta sobre los riesgos asociados a la prolongación del cepo cambiario en Argentina. En un contexto donde el riesgo país ha disminuido y la brecha cambiaria se mantiene por debajo del 20%, los economistas del Ieral advierten que intentar mantener este esquema a lo largo de 2025 podría generar presiones económicas significativas.
Durante la reunión por el 47 aniversario de la fundación, el presidente Javier Milei reiteró su intención de levantar el cepo en cuanto las condiciones lo permitan. Sin embargo, los expertos del Ieral, entre ellos Osvaldo Giordano, Gustavo Reyes y Jorge Vasconcelos, sugieren que es necesario adoptar medidas para facilitar una transición ordenada hacia un sistema sin restricciones cambiarias.
Vasconcelos propuso estrategias para «estirar la vida útil del cepo», enfatizando que, a pesar de la política fiscal actual, es «difícil» evitar un deterioro del frente externo. Con vencimientos de deuda en moneda dura que están cubiertos solo hasta enero, la posibilidad de mantener expectativas ancladas hasta después de las elecciones es complicada.
El economista sugirió que se podría optar por un enfoque gradual, modificando el dólar blend actual del 80/20 a un 90/10 y flexibilizando las restricciones para que las empresas accedan al dólar oficial. A su juicio, si se postergara el «reseteo» del cepo, podrían aumentar las presiones del mercado a medida que se acerquen las legislativas.
Respecto a las proyecciones económicas, el Ieral estima que la inflación para 2025 se situará entre el 28% y el 30%, con una recuperación moderada de la actividad. Aunque se prevé un año mejor que el actual, que ha sido marcado por un contexto desfavorable tanto a nivel local como global, con una disminución de la recuperación de las commodities.
En cuanto al frente externo, Vasconcelos comparó la situación del país con la de un «enfermo convaleciente», enfatizando la necesidad de seguir acumulando reservas. Se estima que, con la inflación proyectada, el país podría sumar unos 15.000 millones de dólares en reservas durante el año.
Por su parte, Giordano abordó la necesidad de una reforma tributaria, señalando que un tercio de la recaudación proviene de impuestos considerados «malos». Propuso que un «súper IVA» absorba el IVA actual, los ingresos brutos y las tasas municipales, lo que no solo sería viable, sino que también reduciría la evasión, que se estima en 3,7% del PIB.
La Fundación Mediterránea concluye que, aunque se avecinan desafíos, una planificación cuidadosa y la implementación de políticas adecuadas pueden mitigar los riesgos y facilitar una transición hacia un sistema económico más estable y eficiente.
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