Las empresas ajustan los salarios por encima de la inflación, pero el bolsillo del trabajador no lo siente

Córdoba, 12 de julio de 2024 – Si bien las empresas argentinas proyectan aumentos salariales para este año que superan la inflación estimada, el impacto en el bolsillo del trabajador no se percibe con la misma intensidad. Así lo revela la última encuesta de Tendencias de Incrementos Salariales en Argentina (TISA) de Mercer, consultora global en recursos humanos.

Los datos:

• Las empresas prevén incrementos salariales para 2024 por un total acumulado del 180%.
• Esta cifra representa una caída de 11 puntos porcentuales respecto al informe de mayo de Mercer.
• La inflación estimada para 2024 se ubica en torno al 75%.
• Las empresas con casa matriz en Argentina otorgan aumentos promedio del 192%, mientras que las subsidiarias de multinacionales lo hacen en un 170%.

¿Por qué el trabajador no lo siente?

Mercer identifica varios factores que explican esta situación:

• Desfase entre los aumentos y la inflación: Los incrementos salariales no siempre se otorgan al mismo ritmo que la inflación. Esto genera una pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores, especialmente en los primeros meses del año.
• Efecto base: La alta inflación del año pasado hace que los porcentajes de aumentos de este año, aunque sean superiores, se traduzcan en valores nominales menores.
• Distribución desigual de los aumentos: Los aumentos salariales no se distribuyen de manera uniforme entre todos los trabajadores. Los sectores más beneficiados suelen ser aquellos con mayor poder de negociación, mientras que los sectores más vulnerables quedan rezagados.
• Impuestos y cargas sociales: Los impuestos y cargas sociales erosionan el valor real de los aumentos salariales.

Perspectivas:

Mercer prevé que la tendencia de ajuste salarial por encima de la inflación se mantenga en el corto plazo. Sin embargo, la consultora también advierte que el contexto económico actual, caracterizado por la incertidumbre y la volatilidad, podría generar cambios en las estrategias de las empresas.

En definitiva, si bien las empresas están realizando esfuerzos para ajustar los salarios a la inflación, el impacto en el bolsillo del trabajador no es tan directo como cabría esperar. Se necesitan medidas adicionales para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y garantizar una distribución más equitativa de los ingresos.

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