Los fines de semana largos en Argentina: un beneficio para el turismo, un costo para la producción

Un informe reciente del Instituto de Economía (INECO) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) pone en debate la efectividad de los fines de semana largos o «XXL» como herramienta para promover el turismo interno en Argentina. El estudio revela que estos descansos adicionales no generan ingresos suficientes para compensar las pérdidas que ocasionan en los sectores productivos.

Impacto Económico: Una Balanza Desfavorable

En lo que va de 2024, los fines de semana largos han representado un costo significativo para el país, estimado en 2.600 millones de dólares, equivalente a tres días de producción del Producto Bruto Interno (PBI). La investigación detalla que, si bien el turismo interno se beneficia, otros sectores como la industria, la educación, y la salud sufren interrupciones en su actividad, lo que incrementa los costos laborales y productivos.

El Turismo como Herramienta Limitada

A pesar de la intención de promover el turismo, el informe advierte que muchos argentinos no pueden aprovechar estas ventanas turísticas debido a la caída del poder adquisitivo y al alto costo de viajar dentro del país. El Índice de Poder de Viaje (IPV) muestra que, en julio de 2024, una familia necesitó el equivalente a un sueldo completo para vacacionar en destinos locales como Mar del Plata o Iguazú, y un sueldo y medio para Bariloche.

Pérdidas en Sectores Productivos Clave

El impacto negativo de los fines de semana largos afecta principalmente a sectores como la construcción, la industria manufacturera, y servicios esenciales como la educación y la salud. Las actividades en estas áreas deben detenerse, lo que implica costos adicionales difíciles de asumir, especialmente en regiones no turísticas.

Propuestas Alternativas: Más Turismo Extranjero y Menos Feriados

El informe de la UADE sugiere la necesidad de reducir la cantidad de feriados puente para evitar fines de semana largos que no resultan económicamente viables. En su lugar, proponen incrementar el turismo receptivo en un 50%, lo cual podría recuperar hasta 850 millones de dólares. Mejorar la infraestructura, los servicios y reducir los costos de traslado son medidas que se destacan para reposicionar a Argentina como un destino turístico competitivo.

En conclusión, la política de fines de semana largos tiene un impacto desigual en la economía argentina, beneficiando al sector turístico, pero con un alto costo para la producción nacional.


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