Los mercados financieros globales sufrieron una fuerte caída el lunes, arrastrados por la creciente preocupación sobre una posible recesión en Estados Unidos. Los inversores reaccionaron con temor ante los débiles datos de empleo publicados en Estados Unidos y la decisión del Banco de Japón de ajustar sus políticas monetarias.
El índice Nikkei de Tokio se desplomó un 12,4%, registrando su peor jornada desde 1987. Esta caída arrastró a otros índices asiáticos y contagió a los mercados europeos. En el Viejo Continente, los principales índices bursátiles abrieron con pérdidas superiores al 2%, con especial debilidad en los sectores bancario y tecnológico.
La volatilidad en los mercados se intensificó ante la expectativa de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos pueda adoptar medidas más restrictivas para combatir la inflación, lo que podría asfixiar aún más el crecimiento económico global.
«Los analistas advierten que la situación económica global se encuentra en un punto de inflexión y que las próximas semanas serán cruciales para determinar si estamos ante una corrección temporal o el inicio de una nueva crisis financiera. La incertidumbre sobre las políticas monetarias de los principales bancos centrales y la guerra comercial entre Estados Unidos y China continúan generando volatilidad en los mercados.»
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