El caso que involucra a una serie de muertes en una maternidad local sigue generando controversia y atención. En medio de un contexto donde la justicia avanza de manera incierta, la periodista Mimi Spicher presentó detalles escalofriantes en el programa El Avispero de Jorge Zapata, sobre las irregularidades en el tratamiento y las respuestas de las autoridades involucradas. La investigación apunta a una trama compleja, donde se cruzan las versiones de los imputados y un aparente intento de encubrimiento.
La muerte sospechosa y los primeros indicios
Según Spicher, el inicio de los hechos se remonta al 18 de marzo, cuando se registró la primera muerte sospechosa en la maternidad, aunque la periodista sugiere que se debe investigar más atrás. Desde ese momento, el caso comenzó a ganar notoriedad, y, tal como relata Spicher, en menos de una semana, la prensa ya hablaba de una «asesina», señalando a una enfermera que supuestamente habría estado involucrada en los fallecimientos. Esta rápida identificación de un sospechoso y la detención de la enfermera Brenda generaron dudas sobre la premura con la que el fiscal Garzón manejó el caso.
Spicher expresó su sorpresa ante cómo las imputaciones fueron presentadas, destacando que el Ministerio de Salud y las autoridades parecían haber identificado rápidamente a un culpable sin pruebas concluyentes. En sus palabras, la sociedad comenzó a aceptar que se trataba de una asesina serial de bebés, un concepto que, según la periodista, fue apresurado y puede haber oscurecido detalles esenciales de la investigación.
Imputaciones y contradicciones entre los acusados
A lo largo de la investigación, el caso se complejiza aún más debido a las contradicciones entre los implicados. Uno de los puntos más controversiales que Spicher señala en su informe tiene que ver con los testimonios de Pablo Carvajal, un alto funcionario de la salud. Carvajal declaró que había dado órdenes específicas sobre la atención a los bebés, pero negó haber recibido la información pertinente de los responsables del hospital. Este desacuerdo entre los testimonios de Carvajal y la imputación de Cardoso, otro de los involucrados, añadió una capa de confusión al caso. Un punto clave en la investigación, según Spicher, es la desaparición del teléfono celular de Carvajal y su posterior formateo, lo que dificulta rastrear información clave que podría esclarecer la verdad.
Además, la periodista subraya que, aunque Cardoso se presentó como la persona que dio la orden de actuar, Carvajal optó por no hacer la denuncia penal formalmente, sino que se acercó a un fiscal adjunto, lo que genera más dudas sobre la correcta gestión del caso.
El papel de las madres y las víctimas invisibles
Un aspecto que Mimi Spicher destaca con énfasis es la percepción de las madres de los bebés fallecidos. Según la periodista, muchas de ellas se sintieron aliviadas de que el caso estuviera siendo «resuelto» con la detención de la enfermera, pero Spicher alerta sobre el peligro de cerrar el caso sin una investigación exhaustiva. En su opinión, las madres no son las únicas víctimas en esta historia, ya que el hecho de que un solo culpable haya sido señalado de manera tan rápida podría haber desviado la atención de otros posibles responsables y, en última instancia, de la verdadera causa de las muertes.
Spicher también menciona el caso de Elisabeth Asís, quien se encontraba en el neonatal durante los hechos, lo que abre una nueva línea de investigación sobre posibles responsabilidades de los directivos del hospital, como la directora Liliana, que permanece en su casa debido a problemas de salud, pero sigue imputada.
¿Un caso cerrado demasiado pronto?
A medida que la justicia avanza, las dudas persisten. La periodista Mimi Spicher ha sido una de las voces más críticas respecto a la forma en que se gestionó la investigación, especialmente en lo que respecta a la rápida identificación de un culpable sin pruebas fehacientes. En El Avispero, Spicher dejó claro que, aunque la sociedad parece haber cerrado el caso, ella sigue creyendo que la verdad no ha sido completamente revelada. A su juicio, se necesita un análisis más profundo y una investigación más rigurosa para esclarecer los eventos y evitar que se conviertan en un simple caso de “culpabilidad automática”.
Este informe y los comentarios de Mimi Spicher han puesto de manifiesto la necesidad de revisar con más cuidado las decisiones tomadas por la justicia y las autoridades de salud en torno a este caso, especialmente cuando se trata de la vida y la muerte de los más vulnerables: los recién nacidos.
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