El presidente Javier Milei mantuvo este viernes una reunión con su Gabinete, en la que abordó el creciente conflicto con los gremios aeronáuticos, que esta semana llevaron adelante fuertes medidas de fuerza en los aeropuertos de Aeroparque y Ezeiza. A la salida, Milei sentenció de manera categórica: «obviamente se termina Intercargo», en un nuevo golpe a las empresas estatales del sector. La decisión se produce en medio de una creciente tensión con los sindicatos y una fuerte incertidumbre sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas.
«Se sale laburando, no parando»
En un duro discurso frente a los periodistas acreditados en la Casa Rosada, Milei destacó que en la Argentina «se sale laburando, no parando y extorsionando». El mandatario expresó de manera firme su rechazo a las medidas de fuerza que afectan la operación normal de los aeropuertos, y dejó claro que el Gobierno no cederá ante los reclamos gremiales que han paralizado las actividades durante los últimos días.
El conflicto alcanzó su punto máximo esta semana cuando los trabajadores de Intercargo, la empresa estatal encargada de los servicios de rampas en los aeropuertos, organizaron protestas que incluyeron la retención de pasajeros en los terminales durante varias horas. Las acciones fueron una respuesta al despido de un compañero, lo que generó un fuerte enfrentamiento con las autoridades nacionales. Desde el Gobierno, las protestas fueron calificadas como un acto de «terrorismo sindical», y en respuesta, el Ejecutivo avanzó con el despido de 15 empleados de Intercargo acusados de ser responsables de «secuestrar» a los pasajeros.
Privatización de Intercargo y recorte de fondos a Aerolíneas
El conflicto se intensificó cuando, en una entrevista con Radio Mitre, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, confirmó que «Intercargo forma parte del listado de empresas a privatizar». Según Mogetta, el proceso de privatización se llevará a cabo tan pronto como sea posible, dependiendo de las ofertas y propuestas que reciba el Gobierno.
Además, el funcionario fue tajante al referirse al futuro de Aerolíneas Argentinas, la principal línea aérea nacional: «Si no se da la privatización, intentaremos que los empleados la acepten, pero si no la aceptan, se cerrará. Aerolíneas Argentinas no va a tener más fondeo del Estado». Esta postura marcó un antes y un después en las negociaciones con los gremios aeronáuticos, que hoy tienen poco margen de maniobra.
Tensión con los gremios aeronáuticos
La incertidumbre sobre el futuro de Intercargo y Aerolíneas Argentinas se profundiza en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno y los sindicatos del sector aeronáutico. Este viernes, representantes de los gremios más combativos, como la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), se reunirán con autoridades de Aerolíneas Argentinas en un intento por buscar una salida negociada al conflicto.
Sin embargo, la postura del Gobierno parece intransigente, al menos por ahora. Las medidas de fuerza de los trabajadores, que han implicado la paralización de actividades en los aeropuertos más importantes del país, continúan afectando a la operatividad de los vuelos y aumentando la presión sobre las autoridades para resolver la situación.
Reunión clave con el Gabinete
En la reunión que encabezó el presidente Milei, estuvieron presentes varios ministros clave, entre ellos el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Economía, Luis Caputo; el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Además, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, también participó de la cumbre, lo que refleja la importancia que el Ejecutivo le otorga al tema.
Tras la reunión, el vocero presidencial, Manuel Adorni, publicó un críptico mensaje en la red social X, dando a entender que se avecinan “grandes momentos” en relación al conflicto con los gremios.
Un conflicto que se agrava
El conflicto aeronáutico se agrava a medida que el Gobierno avanza con su plan de reducción del gasto público y reestructuración de empresas estatales. En este sentido, la amenaza de privatización de Intercargo y la falta de financiamiento para Aerolíneas Argentinas evidencian la determinación de Milei de implementar reformas profundas en el sector, que podrían incluir un recorte significativo de la intervención estatal.
La situación sigue siendo incierta, y la presión sobre los gremios aeronáuticos aumenta, mientras que las autoridades gubernamentales insisten en que la salida no pasa por ceder ante las extorsiones de los sindicatos. Con las negociaciones en curso, el desenlace de este conflicto podría marcar un punto de inflexión en la relación del Gobierno con los sectores sindicales y en la futura estructura del transporte aéreo en el país.
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