Hoy, Javier Milei y Luis “Toto” Caputo se presentan ante los mercados internacionales con lo que podría ser uno de los principales logros de su gestión: el pago puntual de 4.704 millones de dólares correspondientes al cupón de la deuda reestructurada en 2020. Este pago, que incluye tanto intereses como deuda corriente, se realiza, por primera vez, con dinero ahorrado por el propio Tesoro argentino, y no con reservas del Banco Central.
Este desembolso será un reflejo del ajuste fiscal implementado a lo largo de 2024, que permitió a la Argentina pasar de un déficit de casi 3% del PBI a un superávit de 2%. El ahorro de 25.000 millones de dólares, logrado principalmente mediante la compra de divisas a partir de un ajuste fiscal, permitió reunir la cantidad necesaria para hacer frente a esta obligación sin recurrir a las reservas del Banco Central.
El pago de hoy, que incluye 1.803 millones de dólares en intereses y 2.901 millones en capital, será depositado en las cuentas de los tenedores de bonos emitidos durante el gobierno de Alberto Fernández, bajo la gestión de Martín Guzmán. Este es solo el primer pago importante de 2025, ya que se prevé otro vencimiento significativo en julio, cuando se deberán pagar cerca de 4.688 millones de dólares.
A pesar de la complejidad económica, este pago representa una victoria tanto para el presidente como para su ministro de Economía. No solo se cumple con el compromiso en tiempo y forma, lo que es inusual en la historia económica reciente de Argentina, sino que además se hace sin recurrir a recursos externos, un hecho que muestra un esfuerzo considerable por parte del gobierno para acumular las divisas necesarias.
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Este pago también tiene implicancias para la economía internacional. El dinero para cumplir con la deuda proviene principalmente de las compras diarias de divisas por parte del Tesoro, sin tocar el dinero del REPO, una operación reciente que involucró 1.000 millones de dólares obtenidos mediante la negociación con bancos internacionales. Este hecho marca un paso importante en la administración de la deuda externa argentina, aunque aún quedan preguntas sobre cómo afectará este pago a las reservas internacionales del Banco Central y al riesgo país.
De cara al futuro, el gobierno espera que la reducción del riesgo país continúe, buscando mantenerlo por debajo de los 600 puntos básicos. Una mejora en el riesgo país permitiría a la Argentina acceder a financiamiento a tasas más bajas, lo que facilitaría el cumplimiento de los pagos futuros, incluido el vencimiento de julio.
En resumen, el pago de hoy no solo representa un cumplimiento puntual de una obligación financiera, sino que también refleja el esfuerzo del gobierno por estabilizar las cuentas fiscales del país, algo que podría tener un impacto positivo en las relaciones con los mercados internacionales y en la percepción de la solvencia de Argentina.
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