La interna entre Javier Milei y Victoria Villarruel sumó un nuevo capítulo, esta vez protagonizado por una de las principales voceras del conflicto, la diputada oficialista Lilia Lemoine, quien arremetió nuevamente contra la vicepresidenta. En una entrevista concedida al canal TN, Lemoine calificó a Villarruel de «sanguijuela», acusándola de «chupar la popularidad» del presidente libertario.
Lemoine, que forma parte del círculo más cercano a Milei, expuso en detalle las diferencias que la separan de la titular del Senado. La diputada reveló que Villarruel la bloqueó en su cuenta de X tras un cruce de opiniones sobre la decisión de la Cancillería de permitir visitas sin visa. En ese momento, Lemoine había compartido un comentario en contra de Villarruel, lo que habría originado el bloqueo.
«Después, bueno, ya que me bloqueó y no podía comunicarme con ella de ninguna manera, empecé a expresar mis opiniones al respecto», expresó Lemoine con ironía, subrayando que las diferencias con la vicepresidenta fueron escalando conforme Villarruel «fue in crescendo» en su actitud. En ese sentido, criticó las actitudes de la vicepresidenta, particularmente el apodo «amorcito» que usó para referirse a Milei y su aparente intento de hacer campaña por su cuenta.
La diputada oficialista también se refirió a la polémica declaración de Villarruel sobre el «Jamoncito», calificándola de «nefasto». Lemoine consideró que la vicepresidenta intentó mostrar una relación de «simetría» con Milei que no existía, y afirmó que sus palabras fueron una «falta de respeto» hacia el presidente y las Fuerzas Armadas.
Lemoine, con tono tajante, aseveró que quien originó la ruptura en la relación fue Villarruel, quien «se olvidó de sus funciones como presidenta del Senado» al seguir un camino propio. En ese sentido, recordó la polémica sesión en la que la vicepresidenta presidió una sesión de manera «ilegal», refiriéndose a la expulsión del legislador Edgardo Kueider.
Finalmente, la diputada dejó claro su desdén hacia la figura de Villarruel, asegurando que no tiene influencia ni dentro del Gobierno ni sobre los votantes. «No existen, es un callcenter en Twitter», lanzó Lemoine, y concluyó con una crítica rotunda: «La gente simpatizaba con ella porque es la imagen de la compañera de Javier Milei, entonces es una garrapata, una sanguijuela».
La confrontación parece no tener fin, mientras la tensión crece entre los principales actores del oficialismo y el sector libertario.
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