El Gobierno de Argentina se enfrenta a una semana clave para la economía, con la publicación de varios indicadores fundamentales que podrían marcar el rumbo económico en lo que resta del año. Este martes se conocerán los datos de inflación correspondientes a octubre, el índice de salarios de septiembre y las actualizaciones de las canastas básicas, tres variables que permiten medir la evolución del poder adquisitivo y el costo de vida en el país.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Inflación: ¿se frena la escalada?
El dato más esperado es el de la inflación de octubre, un indicador clave que podría marcar un punto de inflexión en la dinámica de precios. Según las proyecciones del mercado, la cifra podría estar en torno al 3%, con un piso estimado de 2,7%. En la Ciudad de Buenos Aires, la medición de inflación de octubre ya se dio a conocer la semana pasada, y fue de un 3,2%, lo que generalmente suele ser superior al costo de vida a nivel nacional.
Hasta septiembre, la inflación acumulada por el INDEC fue del 101,6%, mientras que en los últimos 12 meses llegó al 209%. A pesar de estos altos niveles, se espera que la desaceleración de los precios continúe, y que en octubre la inflación interanual podría situarse por debajo del 200%, un dato que podría traer algo de alivio a los hogares argentinos, que aún enfrentan un panorama de alta inflación.
Salarios: la brecha con la inflación sigue siendo negativa
En cuanto a los salarios, los datos más recientes corresponden al mes de agosto, cuando se registró un aumento del 5,7% en los haberes de los trabajadores privados, públicos y no registrados. Este incremento permitió que los salarios volvieran a ganarle por quinto mes consecutivo a la inflación, que en ese mes fue del 4,2%. Sin embargo, cuando se analiza el comportamiento de los salarios en términos anuales, los números son menos alentadores.
Entre enero y agosto de 2024, los salarios aumentaron un 200,6%, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 236,7%. Esto implica una pérdida de poder adquisitivo de alrededor del 10,7%, una situación que sigue afectando a una gran parte de la población argentina, especialmente a aquellos que no cuentan con ingresos ajustados a la inflación.
Canastas básicas: cómo se mide la pobreza y la indigencia
Otro dato crucial que se conocerá esta semana es el costo de las canastas básicas, que permiten medir los umbrales de pobreza e indigencia en el país. En septiembre, la Canasta Básica Total (CBT), que establece el umbral de pobreza, aumentó un 2,6%. De acuerdo con los datos del INDEC, una familia tipo, compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31, y dos hijos de 6 y 8 años, necesitó $964.620 para no ser considerada pobre.
Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide el umbral de indigencia, subió un 3,5% en septiembre, con un costo de $428.720 para la misma familia. Es importante destacar que, mientras la CBT incluye bienes y servicios no alimentarios, como vivienda, transporte y educación, la CBA se concentra en los alimentos esenciales necesarios para una nutrición adecuada.
Tendencia acumulada: canastas y salarios por debajo de la inflación
A pesar de los aumentos, tanto la CBA como la CBT han crecido por debajo de la inflación general del país. En lo que va de 2024, la inflación acumulada fue del 101,6%, mientras que la CBA aumentó un 78,1% y la CBT un 94,6%. Este diferencial resalta la difícil situación que atraviesan los sectores más vulnerables, quienes no solo enfrentan una inflación generalizada, sino también un aumento de los costos de productos básicos esenciales.
En términos interanuales, la situación sigue siendo preocupante. Mientras la inflación general acumuló un 209%, la CBT creció un 202% y la CBA un 189,9%, lo que muestra una profunda desigualdad en el poder adquisitivo de los hogares argentinos.
Perspectivas a corto plazo
Los próximos días serán decisivos para entender el panorama económico a corto plazo. Si bien la inflación de octubre podría dar señales de desaceleración, las proyecciones siguen siendo altas y las presiones sobre el poder adquisitivo continúan siendo fuertes. La actualización de los salarios y las canastas básicas reflejará en qué medida los argentinos han logrado adaptarse a estos aumentos y si el Gobierno podrá implementar políticas efectivas para reducir la desigualdad.
La combinación de estos tres indicadores -inflación, salarios y canastas básicas- servirá como un termómetro crucial para evaluar cómo se encuentra la economía en el tramo final de 2024 y qué expectativas se pueden tener para 2025. Sin dudas, la inflación sigue siendo el principal desafío, aunque el comportamiento de las canastas y los salarios serán claves para entender si los esfuerzos por mejorar la situación económica están dando frutos.
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