Washington D.C. vivirá una jornada histórica, marcada por medidas de seguridad extraordinarias para la toma de posesión del presidente Donald Trump. Con 25.000 agentes de seguridad y 48 kilómetros de barricadas, la ciudad se prepara para un evento cargado de tensión y amenazas, donde las autoridades buscan garantizar la seguridad tanto de los asistentes como de la población en general.
Desde las 13:30 de este lunes, Trump asumirá como el 47° presidente de los Estados Unidos, en una ceremonia que se llevará a cabo bajo techo en la rotonda del Congreso debido a las bajas temperaturas. Este cambio es un hecho histórico, pues es la primera vez desde la segunda toma de posesión de Ronald Reagan en 1985 que se celebra bajo condiciones similares. La elección de este formato responde a las precauciones necesarias ante las amenazas recientes y el ambiente tenso que rodea el evento.
Medidas de seguridad sin precedentes
Washington D.C. está completamente blindada por medidas de seguridad que superan todo lo visto en inauguraciones anteriores. Las autoridades han implementado 48 kilómetros de vallas negras de dos metros de altura, que se consideran impenetrables, para proteger tanto a los asistentes como los principales puntos de interés de la ciudad, como la Casa Blanca y el Capitolio.
El operativo contará con la presencia de 25.000 agentes de policía, 7.800 efectivos de la Guardia Nacional y 4.000 policías adicionales que llevarán a cabo controles exhaustivos en diversos puntos clave. Además, la zona central de la ciudad, donde se celebrará la ceremonia, estará cerrada al tránsito vehicular, con bloqueos de concreto y camiones pesados para evitar cualquier intento de ataque, especialmente aquellos protagonizados por actores solitarios.
Las autoridades no han detectado amenazas coordinadas, pero la posibilidad de un ataque aislado mantiene a las fuerzas de seguridad en máxima alerta. El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional han expresado su preocupación por la posibilidad de imitadores que busquen generar caos en la ceremonia.
Tensiones y protestas esperadas
La ceremonia también se ve enmarcada por un clima de polarización política y social. Se prevé que se lleven a cabo protestas y eventos a lo largo del día, lo que añade una capa de complejidad a la tarea de las fuerzas de seguridad. A pesar de estas tensiones, las autoridades insisten en que están tomando todas las precauciones necesarias para manejar la situación de manera efectiva.
Este despliegue de seguridad refleja el contexto particular que atraviesa el país, donde la toma de posesión de Donald Trump se ve no solo como un evento político, sino también como un desafío de seguridad en un clima de alta incertidumbre y riesgo.
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