Ecuador vive momentos de tensión tras la desaparición de “Fito” Macías, líder criminal de Los Choneros, de una cárcel en Guayaquil. La crisis se agravó con motines carcelarios, ataques a civiles y la toma de rehenes en un canal de televisión durante una emisión en vivo.
Frente a explosiones y ataques a hospitales, el presidente Noboa activó a las fuerzas armadas para contrarrestar a los grupos delictivos, que ejercen poder sobre gran parte del sistema penitenciario. En respuesta, se impuso un toque de queda e iniciativas de seguridad nacional, buscando restaurar la ley y el orden en un país azotado por la violencia relacionada con el narcotráfico.
Noboa propone un referéndum para endurecer las penas contra crímenes graves y expandir el rol militar, mientras la nación observa el despliegue de más de 3,000 efectivos para enfrentar la emergencia.