En un nuevo episodio que conmociona al conurbano bonaerense, un jubilado de 87 años abatió a un ladrón que ingresó a su vivienda en plena madrugada. El hecho ocurrió en la zona oeste, sobre la Avenida Olivos al 300, y se suma a una serie de casos recientes en los que víctimas de robos han tomado la justicia por mano propia.
El hombre, quien prefirió mantener su identidad en reserva, relató a las autoridades que estaba durmiendo cuando escuchó ruidos extraños en el patio de su casa. Al salir a investigar, se encontró con un intruso que intentaba llevarse algunas de sus pertenencias.
Lo sorprendente fue que el jubilado reconoció al delincuente: era el mismo individuo que había intentado asaltarlo en dos ocasiones anteriores. En esta tercera oportunidad, el hombre le advirtió que lo iba a matar si no se retiraba. Sin embargo, el ladrón intentó atacarlo con una barreta con punta.
Armado con una carabina calibre 22, el jubilado disparó contra el intruso, quitándole la vida en el acto. Los efectivos policiales que acudieron al lugar encontraron el arma homicida y la barreta que habría intentado usar el delincuente.
Reacciones y contexto
El caso quedó en manos del fiscal de turno, Ariel Wassouf, quien dispuso las actuaciones correspondientes para investigar los hechos. Según fuentes cercanas a la investigación, el jubilado no tenía antecedentes penales y habría actuado en defensa propia.
Este episodio se suma a otros casos recientes que han generado un intenso debate sobre la inseguridad y la legítima defensa. Hace apenas unos días, otro adulto mayor mató a un delincuente de 15 años que intentó asaltarlo, lo que desató una ola de opiniones divididas en las redes sociales y los medios de comunicación.
La voz del jubilado
En su declaración ante la policía, el hombre explicó que ya había sido víctima de dos intentos de robo por parte del mismo delincuente. «Estaba harto de vivir con miedo», afirmó, y aseguró que actuó para proteger su vida y sus pertenencias.
Vecinos de la zona expresaron su solidaridad con el jubilado, destacando que la inseguridad en el barrio ha ido en aumento en los últimos meses. «Es una situación desesperante. La gente ya no sabe qué hacer para sentirse segura», comentó un residente.
Próximos pasos
Mientras la Justicia avanza en la investigación, el caso ha reavivado el debate sobre la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los barrios y garantizar la protección de los ciudadanos. Por ahora, el jubilado no ha sido imputado y continúa en su domicilio, bajo el impacto de lo ocurrido.
Este hecho, como otros recientes, pone en evidencia la creciente tensión entre la inseguridad y la desesperación de las víctimas, que en algunos casos toman medidas extremas para defenderse.
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