Natalia Paz Amado y su feminismo radical y separatismo

Natalia Paz Amado es una feminista radical chilena, licenciada en química y activista en redes sociales. Su pensamiento se centra en el separatismo femenino, promoviendo la exclusión de los hombres de los espacios feministas y la abolición de la identidad de género. Como fundadora de FRESA Chile, ha impulsado un discurso que, lejos de buscar la igualdad, refuerza una postura hostil hacia la presencia masculina en la sociedad.

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Su ideología parte de la premisa de que el patriarcado es una estructura inquebrantable que solo puede ser destruida mediante una separación total entre sexos. Esta visión extrema reproduce lógicas de segregación que han sido comparadas con el racismo. Además, sus posturas sobre la transexualidad han sido acusadas de transfóbicas. Más que una lucha por derechos, su activismo parece una cruzada excluyente que rechaza cualquier posibilidad de diálogo, promoviendo una versión del feminismo que divide en lugar de unir.

El feminismo radical que representa tiene un enfoque sectario, donde no hay espacio para el debate ni el acercamiento con la otra mitad de la población. Su perspectiva, influenciada por el marxismo y la lucha de clases, plantea una dicotomía estricta: mujer oprimida, hombre opresor. Sin embargo, en la actualidad, las mujeres tienen acceso a múltiples oportunidades sin que un feminismo radical les dicte qué hacer. La lucha feminista ha permitido avances significativos, y reducir todo a una opresión patriarcal ignora los progresos logrados por la sociedad en su conjunto.

Uno de los argumentos más recurrentes en su discurso es que la historia y la cultura han sido moldeadas exclusivamente por hombres para su propio beneficio, invisibilizando a las mujeres. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Existen innumerables ejemplos de mujeres que han sido fundamentales en la historia de la humanidad. Más que ver la historia desde una perspectiva de género, deberíamos enfocarnos en el avance de la sociedad en su conjunto.

Otro punto clave en su pensamiento es la negación de cualquier aspecto positivo de la masculinidad. Para el feminismo radical de Amado, todo lo masculino está basado en la violencia, el abuso y la opresión. Esta postura extremista no contribuye al desarrollo de una sociedad equitativa, sino que refuerza la división y el enfrentamiento entre géneros.

Asimismo, su discurso se alinea con teorías conspirativas sobre el patriarcado, asegurando que se actualiza constantemente e incluso se disfraza de feminismo. Aunque es cierto que ciertos sectores del poder han instrumentalizado movimientos sociales para sus propios fines, el problema no radica en una supuesta conspiración patriarcal omnipresente, sino en la utilización de causas legítimas con otros propósitos.

El feminismo radical que defiende Natalia Paz Amado no solo ataca la masculinidad, sino que también entra en conflicto con otros sectores del feminismo. Afirma que muchas luchas feministas desdibujan la diferencia sexual, y su postura es aún más extrema que la de otras corrientes de izquierda. Su enfoque niega la materialidad del cuerpo femenino y promueve la fragmentación de la sociedad, la familia y, en última instancia, la convivencia entre hombres y mujeres.

En conclusión, el feminismo radical de Amado no busca construir una sociedad más justa, sino imponer una ideología basada en la confrontación. El fanatismo nunca ha llevado al progreso, y la verdadera inclusión no se logra mediante la exclusión de un sector de la sociedad. Para avanzar, es necesario fomentar el diálogo y reconocer que hombres y mujeres forman parte de la misma humanidad, con sus diferencias y virtudes, pero con un destino común.

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