Desregulación del servicio postal: ¿Qué cambia para los usuarios?

El Gobierno de Javier Milei oficializó este lunes la desregulación completa del servicio postal en Argentina, una medida que busca promover la competencia y modernizar el sector. El Decreto 1005/2024, publicado en el Boletín Oficial, introduce una serie de cambios importantes que afectarán tanto a los prestadores de servicios postales como a los usuarios del sistema. Con este paso, el Ejecutivo busca facilitar la entrada de nuevos operadores y reducir la intervención estatal en el mercado, lo que promete transformar la dinámica del correo postal en el país.

¿Qué implica la desregulación para los usuarios?

El principal objetivo de esta medida, según los voceros del Gobierno, es mejorar la calidad del servicio postal, fomentar la competencia y facilitar la digitalización del sector. En palabras de Manuel Adorni, vocero presidencial, esta desregulación traerá «más competencia, mayor digitalización y mejor seguridad en materia postal». Por su parte, Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación del Estado, señaló que el correo «ya no tiene valor estratégico», por lo que ahora se permitirá la libre participación de empresas en el negocio postal.

Para los usuarios, los cambios más significativos son:

1. Eliminación de barreras de entrada y sobrerregulación

• Se derogan decretos y resoluciones anteriores que imponían restricciones a la competencia. Esto incluye la eliminación de requisitos burocráticos y registros excesivos que dificultaban el ingreso de nuevos operadores al mercado.
• La medida tiene como objetivo simplificar los trámites y digitalizar procesos, lo que debería mejorar la eficiencia y transparencia del sistema postal.
• El resultado esperado es una mayor variedad de servicios, precios más competitivos y una mejora en la calidad del servicio, beneficiando directamente a los usuarios.

1. Libre fijación de precios y servicios

• Con la desregulación, se otorga a los operadores la libertad de fijar precios y servicios sin intervención estatal, tanto en el mercado local como internacional.
• Esta liberalización permite que las empresas ofrezcan servicios como cartas documento, telegramas, giros postales y comunicaciones fehacientes.
• La competencia en precios podría traducirse en tarifas más accesibles para los usuarios, lo que representa un cambio importante en relación con los precios controlados hasta ahora.

1. Simplificación en la inscripción de nuevos operadores

• Se establece un proceso de inscripción simple, electrónico, gratuito y declarativo para los operadores postales. La inscripción se realiza una sola vez y no requiere presencia física.
• A partir de la inscripción, los nuevos operadores podrán iniciar sus actividades automáticamente a los 5 días, lo que agiliza la incorporación de nuevos actores al mercado postal.

1. Garantía del Servicio Postal Universal

• A pesar de la desregulación del mercado, el Gobierno asegura que todos los ciudadanos tendrán acceso a los servicios postales básicos mediante la garantía del Servicio Postal Universal.
• Este servicio incluye la entrega de carta simple hasta 100 gramos y telegrama hasta 20 palabras, lo que garantiza que no se interrumpan los servicios postales esenciales para la población.
• El Correo Oficial de la República Argentina (Correo Argentino), que sigue siendo controlado por el Estado, será el encargado de prestar este servicio universal, así como también los servicios postales electorales durante las elecciones nacionales.

1. Responsabilidad de los operadores y protección del usuario

• Los operadores postales tendrán la obligación de indemnizar a los usuarios en caso de pérdidas, extravíos, daños o incumplimiento de los servicios contratados. Esta medida tiene como objetivo proteger los derechos de los consumidores ante posibles fallas en el servicio.
• Además, se exigirá la contratación de seguros o cauciones para cubrir situaciones imprevistas como la pérdida o daño de los envíos.
• Se prohíbe la inclusión de sustancias peligrosas en los envíos postales, lo que aporta un extra de seguridad en las entregas.

Indemnización por pérdida o extravío: ¿en qué beneficia a los usuarios?

Uno de los aspectos más destacados de esta desregulación es la responsabilidad de los operadores en caso de pérdida o extravío de los envíos. El artículo 14 del decreto establece que los prestadores deberán indemnizar a los usuarios por la pérdida, destrucción o daño de los envíos postales. En caso de que un paquete esté declarado con valor, la indemnización cubrirá el monto abonado por el servicio, excluyendo el seguro, además del monto declarado como valor del envío.

Esto representa un avance en la protección de los derechos de los usuarios, ya que garantiza que los envíos valiosos o importantes estén cubiertos frente a posibles incidentes.

Impacto en el mercado: ¿Más opciones para los usuarios?

Con la apertura del mercado postal a nuevos operadores, se espera que los usuarios tengan más opciones a la hora de elegir sus proveedores de servicios postales. Empresas de diversos sectores podrán ingresar al negocio del correo, lo que podría traducirse en una mayor oferta de servicios especializados y tarifas más competitivas. Además, la digitalización de servicios como telegramas y documentos certificados facilitará el acceso a servicios postales más rápidos y eficientes.

Por otro lado, el hecho de que el Correo Argentino siga siendo el operador encargado de garantizar el Servicio Postal Universal asegura que, incluso con la liberalización del mercado, los sectores más vulnerables seguirán teniendo acceso a los servicios postales básicos.

Conclusión: una transformación en el servicio postal argentino

La desregulación del servicio postal en Argentina es una medida que, si bien elimina el control estatal sobre los precios y los servicios, establece garantías para los usuarios y promueve la competencia en el sector. Para los usuarios, esto podría traducirse en un acceso más amplio a servicios de mejor calidad y precios más competitivos. Sin embargo, también se deberán monitorear las consecuencias de la liberalización, especialmente en lo que respecta a la responsabilidad de los operadores y la protección de los derechos de los consumidores. Con la desregulación, el mercado postal argentino entra en una nueva etapa que promete cambios importantes, tanto para los usuarios como para los prestadores del servicio.