El delito de impedimento de contacto es una figura legal que se contempla en el Código Penal de la Nación Argentina y se refiere a la conducta de uno de los progenitores o de las personas que tienen la custodia de un menor de edad, cuando impide o dificulta el derecho del otro progenitor o familiar a mantener contacto con el niño. Este derecho de contacto puede estar relacionado tanto con visitas físicas como con la comunicación a distancia, como llamadas telefónicas, videollamadas o correspondencia.
Normativa y Tipificación
En Argentina, el Código Penal tipifica el impedimento de contacto en el artículo 142 quater como un delito que puede ser cometido por uno de los progenitores o por quienes tienen la custodia del niño. Este artículo establece que el impedimento de contacto es una acción ilícita si se da en el contexto de una resolución judicial que establece un régimen de visitas, visitas supervisadas o comunicación con el menor. Si la persona encargada de la custodia impide, obstaculiza o no cumple con lo dispuesto por el juez, puede ser denunciado por el otro progenitor o familiar y enfrentar sanciones.
El Código Civil y Comercial de la Nación también respalda este derecho, estableciendo que los niños y adolescentes tienen derecho a mantener una relación continua y fluida con ambos progenitores, salvo que exista una medida de protección por razones de seguridad o bienestar del menor. La legislación se centra en priorizar el interés superior del niño, asegurando que su desarrollo emocional y psicosocial no se vea afectado por la falta de contacto con uno de los progenitores o familiares cercanos.
Impacto en los Menores
El impedimento de contacto tiene efectos negativos muy profundos en los niños y adolescentes, tanto en su desarrollo emocional como en su bienestar psicológico. Entre los principales daños que puede causar a los menores se encuentran:
- Alteraciones en la autoestima: Los niños pueden sentirse rechazados o no deseados por el progenitor o familiar del que se les priva de contacto. Esto puede generar inseguridad emocional y afectaciones en su desarrollo afectivo.
- Confusión y conflicto lealtades: Los menores pueden experimentar confusión si uno de los progenitores impide el contacto con el otro. Pueden sentirse atrapados entre los padres, percibiendo que deben elegir un bando, lo que genera estrés emocional.
- Dificultades en el desarrollo afectivo: La relación con ambos progenitores es fundamental para el desarrollo emocional equilibrado de un niño. El impedimento de contacto priva a los niños de la posibilidad de crear o mantener un vínculo afectivo saludable con ambos padres, lo que puede derivar en dificultades en las relaciones interpersonales a futuro.
- Aumento de la ansiedad y depresión: La falta de contacto o relación con un progenitor puede generar síntomas de ansiedad o incluso depresión en el menor, especialmente si la situación se prolonga en el tiempo. La sensación de abandono o rechazo puede afectar gravemente su salud mental.
- Impacto en la percepción del concepto de familia: La ruptura de los vínculos familiares a través del impedimento de contacto puede distorsionar la percepción que el niño tiene de la familia y las relaciones familiares. Esto puede dificultar la construcción de relaciones de confianza y amorosas en su vida adulta.
- Desarrollo de comportamientos problemáticos: Los menores afectados por el impedimento de contacto pueden desarrollar conductas desadaptativas, como agresividad, retraimiento, conductas desafiantes o dificultades para relacionarse con otros niños o adultos.
Sanciones por el Impedimento de Contacto
El delito de impedimento de contacto no solo daña a los menores en su desarrollo, sino que también tiene consecuencias legales para los responsables. Las sanciones por este delito pueden incluir penas de prisión, aunque la ley establece que, en muchos casos, estas son penas de ejecución condicional, lo que significa que el imputado podría no llegar a cumplir la condena de manera efectiva si cumple ciertas condiciones durante el proceso judicial.
Además, el juez puede ordenar medidas cautelares o nuevas regulaciones sobre el régimen de visitas, siempre priorizando el interés superior del niño. En algunos casos, si se considera que el impedimento de contacto pone en riesgo la salud física o mental del menor, el juez puede cambiar la custodia del niño o imponer restricciones al progenitor que impide el contacto.
La Importancia de Garantizar el Derecho de Contacto
Es crucial recordar que el derecho al contacto y a la comunicación continua con ambos progenitores está contemplado en las convenciones internacionales sobre derechos del niño, como la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. El impedimento de contacto no solo infringe este derecho, sino que también puede ocasionar daños irreparables en el bienestar de los menores.
Por lo tanto, es fundamental que las autoridades judiciales actúen rápidamente ante denuncias de impedimento de contacto y que se aseguren de que los menores tengan un ambiente seguro y saludable, donde puedan mantener relaciones afectivas con ambos progenitores y sus familiares.
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