A días del Domingo de Pascuas, el papa Francisco, tras más de dos meses hospitalizado, solicitó a los fieles que sigan rezando por su salud y compartió un mensaje de esperanza.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!En las semanas previas, Jorge Bergoglio permaneció internado por una bronquitis agravada, desde el 14 de febrero hasta el 23 de marzo, lo que generó gran inquietud entre los católicos. Aunque ya se lo ha visto recibir audiencias y presidir celebraciones en el Vaticano, su voz aún denota fragilidad, y él mismo reconoció la importancia de contar con el apoyo espiritual de los fieles para recuperar por completo sus fuerzas.
Pocos días antes de la celebración de Pésaj, el sumo pontífice se reunió en privado con el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, tal como informó la Comunidad Judía de la ciudad. En esa oportunidad, Francisco transmitió sus “cordiales y fraternales buenos deseos” por la festividad del año judío 5785 y recordó el pasaje del Éxodo:
“Que Dios eterno y misericordioso esté hoy con ustedes, acompañe a su comunidad con abundancia de bendiciones y, en su infinita bondad, los proteja siempre.”
Al final de su mensaje, el papa pidió expresamente:
“Les pido que sigan rezando por mí, como yo les aseguro mis oraciones por ustedes: que el Altísimo nos conceda crecer cada vez más en amistad. Chag sameach.”
Durante la Semana Santa, Francisco sorprendió con una visita al penal Regina Coeli de Roma. Llegó en silla de ruedas y sin cánula de oxígeno, recorrió los pasillos con calma y saludó a 70 internos. A pesar de no poder realizar el tradicional Lavado de pies, expresó su cercanía:
“Rezo por vosotros y por vuestras familias. Cada vez que entro en un lugar como este me pregunto por qué ellos y no yo.”
Con este gesto y sus palabras antes de Pascuas, el papa reafirma su llamado a la solidaridad interreligiosa y al consuelo mutuo en momentos de fragilidad.
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