El mercado laboral argentino muestra señales mixtas: aumento leve del trabajo registrado y estancamiento salarial

El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y la Encuesta de Indicadores Laborales revelaron que en los meses de agosto y septiembre se registró un leve repunte en el trabajo asalariado privado, con un aumento de 0,1% en agosto y 0,2% en septiembre, luego de once meses consecutivos de caída. Sin embargo, este repunte no logra contrarrestar la pérdida acumulada de 177.000 empleos en comparación con septiembre de 2023, mientras que el Estado ha experimentado más de 40.000 despidos desde la asunción del nuevo gobierno, con la posibilidad de que esta tendencia continúe.

La recuperación del empleo privado y la caída en los ingresos

A pesar del crecimiento en las contrataciones privadas, los ingresos de los trabajadores asalariados siguen en baja. Según el SIPA, el salario promedio real (ajustado por inflación) del asalariado privado registrado cayó 0,7% en septiembre, prolongando la tendencia negativa observada en agosto. En total, en los dos meses de dicho bimestre se acumula una pérdida de 3,2 puntos porcentuales en términos reales.

Por otro lado, los salarios de los principales convenios colectivos de trabajo experimentaron un leve repunte en su capacidad de compra, creciendo un 0,6% en septiembre. Este aumento, sin embargo, no ha sido suficiente para superar el estancamiento general de los salarios, que se encuentran actualmente 3 puntos por debajo de los valores alcanzados en noviembre de 2023.

El estancamiento de la recuperación salarial

Federico Pastrana, director de CP Consultora, señaló que desde agosto se ha frenado la recuperación salarial. Según Pastrana, los salarios dejaron de crecer a buen ritmo debido a la desaceleración de la inflación, que en los primeros meses del año venía mostrando una baja más acelerada. En contraste, las negociaciones salariales se mantienen en torno a aumentos de entre 3% y 6%, lo que refleja una desaceleración de las expectativas salariales frente a un proceso inflacionario que aún persiste.

“No es una recuperación generalizada. El salario privado registrado, principalmente el que cuenta con convenio colectivo, está mejor, pero los estatales y los trabajadores no registrados siguen rezagados”, explicó Noelia Torres, economista de Paridad en la Macro. Torres subrayó que, mientras algunos sectores logran aumentos salariales, la informalidad laboral crece y los trabajadores estatales enfrentan paritarias a la baja, con aumentos de solo un 3% bimestral.

Las proyecciones a futuro: un panorama incierto

En cuanto a las proyecciones salariales para los próximos meses, Pastrana advirtió que, con una inflación esperada del 3% en octubre, los salarios seguirán mostrando una recuperación modesta. De acuerdo con sus cálculos, el promedio de las paritarias de octubre será del 3,6%, lo que resultaría en un aumento real de solo 0,6%. Esta dinámica limita las expectativas de una recuperación vigorosa del salario real, especialmente en un contexto donde la inflación no baja a las tasas previstas inicialmente.

Además, el aumento de la demanda laboral, especialmente debido a los despidos en el sector privado y en el Estado, podría empujar los salarios hacia abajo, aumentando la competencia por puestos de trabajo y profundizando la informalidad en el empleo.

Una nueva distribución del ingreso en el horizonte

El economista también destacó que se está consolidando una nueva distribución del ingreso en el marco del programa de estabilización impulsado por el Gobierno. Si bien los salarios registrados están recuperando su nivel de noviembre de 2023, el empleo sigue estancado y la actividad económica no repunta a la velocidad deseada. El consumo también se ve afectado por el atraso en los ingresos de jubilados y trabajadores informales, lo que hace que la reducción de la pobreza se dé a un ritmo más lento de lo esperado.

Luis Campos, investigador de la CTA Autónoma, indicó que la situación podría llevar a una «estabilización», con salarios y empleo que no se moverán significativamente en ninguna dirección. En este sentido, Pastrana explicó que el Gobierno intenta sostener un esquema cambiario estable, pero el desafío será mantener esta estabilidad sin generar grandes problemas sociales.

¿Salarios al 51%?

Recientemente, el presidente Javier Milei afirmó que los salarios están creciendo a un ritmo mensual real del 3,5%, lo que, según su estimación, implicaría una tasa anualizada del 51%. Sin embargo, Pastrana cuestionó este cálculo, señalando que anualizar las cifras mensuales es problemático, especialmente si se toma en cuenta la caída de los últimos meses. «Si anualizamos las caídas de los últimos dos meses, la cifra sería mucho más baja», concluyó.

Conclusión

El panorama laboral argentino se presenta con signos de estancamiento y recuperación parcial. Aunque se ha registrado un leve aumento en el empleo asalariado privado, los salarios siguen perdiendo terreno frente a la inflación, y la informalidad laboral continúa creciendo. Las proyecciones a corto plazo indican una recuperación salarial muy moderada, lo que limita las expectativas de una mejora significativa en el poder adquisitivo de los trabajadores. En este contexto, el desafío del Gobierno será sostener la estabilidad económica sin que ello implique un aumento de la pobreza o mayores tensiones sociales.


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