El Gobierno de Javier Milei, a través de la reciente Disposición 54/2025 publicada en el Boletín Oficial, ha actualizado los requisitos para la obtención y renovación de la licencia de conducir en Argentina. En esta normativa, se detallan las enfermedades y afecciones que pueden impedir que una persona obtenga o renueve su registro de conducir. La medida tiene como objetivo garantizar que quienes estén al volante puedan hacerlo de forma segura, protegiendo tanto a los conductores como a los demás usuarios de las vías.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Las patologías que afectan la capacidad para conducir
Según la nueva disposición, existen ciertas enfermedades que pueden generar dudas sobre la capacidad de una persona para conducir de manera segura. En estos casos, será necesario realizar evaluaciones adicionales para determinar si el solicitante está apto para manejar. Algunas de las afecciones que pueden impedir la renovación del registro son:
- Alteración de la coordinación visomotora: Dificultad para coordinar los movimientos visuales y motores, esencial para manejar de forma segura.
- Alteración de la atención o concentración: Problemas para mantener la concentración durante la conducción, lo que puede poner en peligro la seguridad.
- Alteración de la capacidad de memoria: Dificultades para recordar información relevante mientras se conduce, como señales de tránsito o instrucciones.
- Deterioro cognitivo multidominio: Enfermedades que afectan diversas capacidades cognitivas, lo que afecta el juicio y la capacidad para tomar decisiones en la vía.
- Afecciones del aparato locomotor: Enfermedades que afectan la movilidad de las extremidades o la capacidad para controlar el vehículo.
- Talla incompatibles con un manejo seguro: Personas cuya estatura no les permite alcanzar adecuadamente los controles del vehículo o les impide una postura correcta.
- Elementos de fijación: Como yesos o férulas, que limitan el movimiento de las extremidades.
- Afecciones congénitas o anomalías progresivas: Malformaciones físicas que pueden comprometer la capacidad para conducir.
- Parkinson: Enfermedad neurodegenerativa que afecta el control motor y las funciones cognitivas.
- Hipoacusia severa bilateral o anacusia bilateral: Pérdida auditiva significativa que puede afectar la capacidad para percibir señales sonoras importantes mientras se maneja.
- Síndrome de Meniere (fase aguda): Trastorno que afecta el equilibrio y la percepción auditiva, factores esenciales para conducir.
Evaluaciones adicionales en caso de dudas
En aquellos casos en los que la evaluación básica de salud arroje dudas sobre la capacidad de conducción, los solicitantes deberán someterse a evaluaciones complementarias. Esto incluye la posibilidad de realizar evaluaciones neuropsicológicas, que ayuden a diagnosticar problemas de memoria, concentración o deterioro cognitivo que puedan poner en riesgo la seguridad vial. Estas evaluaciones serán a cargo de los profesionales médicos designados.
Otras condiciones que requieren documentación complementaria
Además de las patologías mencionadas, hay otros trastornos que, aunque no sean automáticamente descalificantes para obtener el registro, sí requieren la presentación de estudios médicos adicionales para garantizar que la persona está en condiciones de manejar de manera segura:
- Delirium, demencias, trastornos amnésicos y otros trastornos cognoscitivos: Afecciones que afectan la capacidad mental y de juicio.
- Trastornos mentales debido a enfermedad médica: Enfermedades que afectan el estado mental de la persona, como trastornos psicóticos.
- Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos: Trastornos que afectan el comportamiento y la percepción de la realidad.
- Trastornos del estado de ánimo/alteraciones de la personalidad: En especial los trastornos de labilidad emocional que afectan el comportamiento y la toma de decisiones.
- Trastornos de la personalidad/alteraciones de la personalidad y conductas psicopáticas: En los que el control emocional y el comportamiento impulsivo pueden poner en riesgo la seguridad vial.
Adicionalmente, aquellas personas con problemas auditivos o visuales deberán someterse a estudios médicos que certifiquen que están aptas para conducir. Esto incluye la evaluación de la agudeza visual y auditiva, esenciales para detectar peligros en el entorno mientras se conduce.
Conclusión
La implementación de estas nuevas normativas busca fortalecer la seguridad vial en el país, asegurando que las personas que obtengan o renueven su licencia de conducir sean capaces de manejar de manera segura. Las evaluaciones médicas y psicológicas son fundamentales para detectar posibles limitaciones que pongan en riesgo a la persona al volante y a los demás usuarios de la vía.
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