La tensión interna en Bolivia sigue en aumento, con el expresidente Evo Morales denunciando al actual mandatario Luis Arce de haber establecido una colaboración con «el gobierno sionista de Javier Milei» y de haber orquestado un «Plan Cóndor de lawfare». Estas afirmaciones fueron realizadas a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), donde Morales destacó que ha sido objeto de acusaciones infundadas a lo largo de su carrera política.
La denuncia de Morales llega en un contexto complicado, ya que enfrenta una nueva acusación penal en Argentina, presentada por la Fundación Apolo, que lo señala por delitos relacionados con la trata de personas y abuso de menores. Esta no es la primera vez que Morales se ve envuelto en controversias legales; anteriormente, se le había denunciado por una supuesta violación a una menor durante su mandato, con quien, según la acusación, habría tenido una hija.
«Al final, todas esas mentiras caen porque la verdad prevalece. No se contentan con intentar eliminarme políticamente, mediáticamente o judicialmente. Ahora lo intentan con mentiras y con balas. El pueblo se da cuenta», escribió Morales, quien recientemente sufrió un ataque armado en el que su auto recibió 14 disparos, dejando a su chofer herido.
Huelga de Hambre y Protestas
En medio de este clima de acusaciones y violencia, Morales intensificó la presión sobre el gobierno de Arce al declararse en huelga de hambre. Esta medida se produce tras la ocupación de varios puestos militares por sus partidarios, quienes han estado protestando desde el 14 de octubre. En una conferencia de prensa, Morales explicó que su huelga de hambre tiene como objetivo forzar al gobierno a establecer mesas de diálogo.
Desde el Movimiento al Socialismo (MAS), se informó que Morales se encuentra resguardado en Chapare. Desde allí, instó a sus seguidores a reconsiderar las acciones de bloqueo de caminos para evitar confrontaciones violentas.
Denuncias en Argentina
Las acusaciones en Argentina son serias. Según la denuncia presentada, Morales habría convivido con menores de edad en condiciones vulnerables durante su estancia en el país entre 2019 y 2020. Se menciona que estos menores fueron trasladados desde Bolivia para realizar tareas domésticas, creando un contexto de posible explotación y abuso de poder.
Angélica Ponce, exdirigente intercultural boliviana y cercana a Morales, también lo acusó de recibir «niñas como obsequios» de personas que buscaban favores gubernamentales, un hecho que, según ella, era conocido en los círculos que rodeaban al expresidente.
La Fundación Apolo ha instado a la justicia argentina a llevar a cabo una investigación exhaustiva para determinar si Morales cometió delitos bajo la legislación local y para proteger los derechos de las posibles víctimas.
El panorama político en Bolivia se complica con las crecientes tensiones entre Morales y el gobierno de Arce, mientras el expresidente enfrenta graves acusaciones en Argentina. La situación plantea interrogantes sobre la estabilidad política en el país y la capacidad de las instituciones para abordar este tipo de denuncias, así como la protección de los derechos de los más vulnerables en medio de un clima de polarización y conflicto.
Descubre más desde Nexus Contenido
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.