IATA y JURCA respaldan la liberalización del servicio de rampa en aeropuertos: avances en la desregulación del transporte aéreo en Argentina

La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) y la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (JURCA) expresaron su apoyo a la reciente decisión del gobierno argentino de liberalizar el servicio de rampa en los aeropuertos del país, una medida que ha generado debate y tensiones con los gremios aeronáuticos. A través de un comunicado conjunto, ambas organizaciones destacaron que la entrada de nuevos actores en el servicio de rampa y la posibilidad de que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) intervenga en situaciones excepcionales responde a una demanda persistente de la industria aeronáutica.

La desregulación, oficializada mediante la Resolución 49/2024, se implementó luego de las medidas de fuerza llevadas a cabo por los trabajadores de Intercargo, la empresa estatal encargada de los servicios de rampa en los aeropuertos argentinos. El paro, que afectó varios vuelos y generó caos en las terminales, motivó la decisión del gobierno de liberar el mercado para permitir la competencia y mejorar la eficiencia de los servicios.

Apoyo a la liberalización del servicio de rampa

Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA para las Américas, calificó la medida como un paso positivo hacia la desregulación del transporte aéreo en Argentina, y aseguró que contribuirá a un mejor funcionamiento del sector. Según Cerdá, esta medida busca asegurar la conectividad y mejorar la eficiencia operativa del sector aéreo, lo cual tiene un impacto directo en áreas clave como el turismo, el comercio y la movilidad de las personas.

«Los avances que se vienen realizando en Argentina potencian un entorno transparente y equitativo para la industria, promoviendo la libre competencia, lo que sin dudas redundará en una mayor eficiencia operativa», agregó el vicepresidente de IATA.

Uno de los puntos más discutidos de la medida es que, en situaciones de conflicto, la Policía de Seguridad Aeroportuaria podrá intervenir para descargar equipajes y realizar tareas de rampa, una decisión que ha sido fuertemente criticada por los gremios aeronáuticos. Los sindicatos aseguran que esta intervención podría poner en riesgo la seguridad, al permitir que personal no especializado manipule mercancías peligrosas o se comprometa la seguridad de las aeronaves.

Apertura al diálogo y avances en las negociaciones

En medio de estas tensiones, el gobierno y los gremios aeronáuticos también se reunieron para discutir el futuro de Aerolíneas Argentinas. Tras un plazo dado por el oficialismo para que los sindicatos presenten propuestas que permitan el funcionamiento normal de la empresa estatal, se produjo una reunión en la que se lograron avances, aunque no se llegó a un acuerdo definitivo. Según los representantes gremiales, la reunión fue “positiva”, y ambas partes se comprometieron a continuar las negociaciones.

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), liderada por Pablo Biró, presentó un plan integral con propuestas para mejorar el funcionamiento de Aerolíneas, que fueron recibidas favorablemente por la empresa. Mateo Ferrería, secretario gremial de APLA, destacó que, a pesar de los intercambios de opiniones firmes, las partes lograron avanzar en las conversaciones y acordaron suspender las medidas de fuerza.

La privatización de Aerolíneas Argentinas: el gran desafío del Gobierno

El gobierno de Javier Milei continúa con su plan de privatización de Aerolíneas Argentinas, lo que ha generado fuertes tensiones con los sindicatos, que defienden la empresa estatal como un motor de empleo y conectividad nacional. La privatización de Aerolíneas se perfila como uno de los objetivos clave del gobierno, que busca reducir el gasto público y promover la competencia en el sector aéreo, aunque no sin generar resistencias tanto en los sindicatos como en algunos sectores políticos.

El futuro de la empresa estatal parece depender de la capacidad del gobierno de alcanzar un acuerdo con los sindicatos, que exigen mayores garantías laborales y mejoras en las condiciones de trabajo en caso de que se avance en el proceso de privatización.

Reacciones gremiales y expectativas sobre el futuro de Aerolíneas

En el marco de estas negociaciones, el secretario gremial de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), Andrés Junor, también se mostró optimista tras las reuniones con el gobierno. Aunque se reconocieron los avances, Junor aclaró que aún quedan temas pendientes y expresó su preocupación por el futuro de Aerolíneas Argentinas, especialmente en lo que respecta al empleo de los 2.500 trabajadores de la empresa.

El ambiente, aunque de diálogo, sigue siendo tenso, y las expectativas de los gremios son altas en cuanto a las garantías laborales que puedan obtener en el futuro de la compañía. Junor destacó que el compromiso del gobierno de no aplicar medidas de fuerza durante las negociaciones fue un avance importante, pero aún falta un acuerdo final que resuelva las preocupaciones de los trabajadores.

Conclusión: una medida clave en medio de un panorama incierto

La liberalización del servicio de rampa en los aeropuertos del país marca un paso importante en la desregulación del sector aéreo argentino, pero también abre un nuevo capítulo en la relación del gobierno con los gremios aeronáuticos. Mientras IATA y JURCA celebran la medida, los sindicatos expresan sus dudas sobre los posibles riesgos para la seguridad y la estabilidad laboral, y el futuro de Aerolíneas Argentinas sigue siendo uno de los temas más debatidos. La forma en que se resuelvan estas disputas podría definir el rumbo del sector aéreo en el país y la viabilidad de los planes de privatización del gobierno.


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