Un reciente informe basado en los resultados de las pruebas Aprender ha dejado al descubierto una alarmante crisis en el sistema educativo argentino. El diagnóstico, elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación y Educar 2050, refleja la escasa evolución en los aprendizajes de los estudiantes, destacando que casi la mitad de los alumnos de primaria no alcanza los niveles mínimos de conocimiento, y la situación es aún más crítica en secundaria, especialmente en Matemática, donde ocho de cada diez estudiantes no logran los saberes básicos.
Resultados preocupantes en primaria y secundaria
El informe, titulado ¿Qué aprendimos de Aprender?, se basa en los datos de las pruebas Aprender realizadas entre 2016 y 2023, que abarcaron a estudiantes de primaria (3°, 4° y 6° grado) y secundaria (2°/3° año y 5°/6° año) de todas las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. La conclusión es clara: el porcentaje de estudiantes en los niveles más bajos de desempeño ha aumentado en casi todas las materias y grados, salvo en Lengua en 5°/6° año de primaria.
En particular, en 6° grado, entre tres y cinco de cada diez estudiantes no alcanzan los niveles básicos de conocimiento, siendo Matemática la materia con el mayor porcentaje de alumnos por debajo del nivel esperado. La situación se agrava cuando se analiza el desempeño de los estudiantes de secundaria. En 5°/6° año, entre cuatro y ocho de cada diez estudiantes no logran alcanzar los estándares mínimos de aprendizaje, y nuevamente en Matemática, la crisis es aún mayor, con ocho de cada diez estudiantes en los niveles más bajos.
Desafíos para la calidad educativa
Alejandro Ganimian, experto en estadística educativa, señaló que, a pesar de los avances en la previsibilidad de las pruebas y la cobertura, los resultados siguen siendo desalentadores. «El escaso progreso en los resultados de calidad y equidad nos debería preocupar», expresó Ganimian, quien remarcó que los datos muestran un bajo nivel de excelencia educativa, con solo entre uno y tres de cada diez estudiantes alcanzando niveles avanzados de conocimiento.
Además, el informe también comparó los resultados nacionales con evaluaciones internacionales y constató que los estudiantes argentinos presentan un desempeño inferior al de otros países de la región. En las pruebas latinoamericanas, cerca de la mitad de los estudiantes de 3° grado y entre cuatro y ocho de cada diez estudiantes de 6° grado se ubican en los niveles más bajos, lo que refleja la magnitud del desafío educativo que enfrenta el país.
La brecha socioeconómica y su impacto en el rendimiento
El informe también resalta una preocupante disparidad en los niveles de desempeño según el nivel socioeconómico de los estudiantes. Los estudiantes más pobres son mucho más propensos a obtener calificaciones en los niveles más bajos, una brecha que, aunque se ha reducido en algunas áreas, sigue siendo alarmantemente amplia.
La diferencia entre el rendimiento de los estudiantes más ricos y más pobres es la más grande en Lengua y Matemática, con una brecha que va de 17 a 40 puntos, lo que refleja las desigualdades estructurales del sistema educativo argentino.
Conclusiones y recomendaciones
El diagnóstico presentado por ¿Qué aprendimos de Aprender? pone en evidencia la necesidad urgente de una reforma profunda en el sistema educativo argentino. El informe subraya que, a pesar de los esfuerzos para mejorar la calidad educativa, los avances han sido insuficientes y la falta de progreso en los aprendizajes mínimos de los estudiantes es alarmante.
Los expertos instan a tomar medidas inmediatas para abordar estas deficiencias, destacando la importancia de invertir en la mejora de la educación pública y la reducción de la desigualdad socioeconómica que afecta el rendimiento escolar. Sin cambios estructurales, el país corre el riesgo de seguir perdiendo generaciones de estudiantes con pocos conocimientos fundamentales, lo que impactará en su futuro académico y profesional.
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