El político español Íñigo Errejón, referente de la izquierda y ex portavoz del partido Sumar, ha anunciado su retiro de la carrera política, coincidiendo con acusaciones de acoso sexual en su contra. La denuncia fue realizada por la presentadora y actriz Elisa Mouliaá, quien, a través de sus redes sociales, afirmó ser víctima de acoso por parte del político.
En su comunicado, Errejón justificó su decisión señalando un desgaste en su “salud física y mental” tras una década en la primera línea política. En su mensaje, compartido en plataformas digitales, expresó que su compromiso y militancia política siempre han sido su “forma de estar en el mundo”, pero reconoció que la exposición mediática y el ritmo de la política le han pasado factura.
Un camino hacia el autocuidado
El ex líder de Podemos destacó que, desde hace tiempo, ha estado trabajando en un proceso de “acompañamiento psicológico” para abordar el impacto que la vida política ha tenido en su bienestar personal. “El ritmo y el modo de vida en la primera línea política han desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional”, escribió Errejón, añadiendo que concluye una etapa significativa de su vida, llena de aprendizajes, aciertos y errores.
Con un mensaje de despedida a sus compañeros y compañeras, concluyó su comunicado con un deseo de salud y un abrazo fraternal, cerrando así un capítulo de su carrera política.
La denuncia de Elisa Mouliaá
Poco después del anuncio de Errejón, Elisa Mouliaá hizo pública su denuncia en la red social X, donde afirmó: “Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Íñigo Errejón y quiero denunciarlo”. En su publicación, Mouliaá mencionó a Errejón y a otros políticos, como el ex secretario general de Podemos en Madrid, Ramón Espinar, así como a medios de comunicación como TVE, La Sexta y Agencia EFE.
Las acusaciones de Mouliaá han generado un gran revuelo en el ámbito político y social, intensificando el debate sobre el acoso sexual y la responsabilidad de los líderes públicos. La situación de Errejón y la denuncia de Mouliaá se suman a un contexto de creciente escrutinio hacia comportamientos inapropiados en el entorno político, donde se exige una mayor rendición de cuentas y respeto hacia todas las personas.
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