El conflicto comercial iniciado por Trump cambia el tablero financiero. Consultoras ya recalculan sus estimaciones y temen una «tormenta perfecta».
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La guerra de aranceles que lanzó Estados Unidos bajo el liderazgo de Donald Trump puede transformarse en un verdadero cisne negro para la economía argentina. Al comenzar el año, las principales consultoras económicas del país delinearon sus proyecciones en torno a inflación, actividad económica y tipo de cambio. Sin embargo, el nuevo contexto internacional las obliga a revisar con urgencia esos pronósticos.
En las últimas horas, más de una firma reconoció a este medio que está “recalculando”. Una de ellas es PxQ, la consultora de Emmanuel Álvarez Agis, que definió el escenario como una «tormenta perfecta»: incertidumbre por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), menor apetito por riesgo, cambios geopolíticos y mayor presión sobre la estrategia oficial para fortalecer el peso.
“La mayor amenaza de corrida proviene del desapalancamiento del sector privado relacionado al comercio exterior”, advierte el exviceministro de Economía. A la incertidumbre previa por la demora en el acuerdo con el FMI se suma ahora un shock externo que, según Agis, podría derivar en una guerra de monedas a nivel global.
En ese sentido, remarcó que esta coyuntura desafía la visión del gobierno de Javier Milei: “Abrirse en un mundo que se cierra es una pésima estrategia, apreciarse en el marco de una guerra de monedas, ni hablar”, sostuvo en un análisis difundido esta semana. Para Álvarez Agis, el nuevo escenario global pondrá a prueba el delicado equilibrio entre ideología y pragmatismo que intenta mantener la actual administración.
Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional anunció este martes un acuerdo a nivel técnico con Argentina. Se espera que el directorio lo trate este mismo viernes. Trascendió que el Gobierno busca concentrar la mayor parte de los desembolsos en un solo tramo, por un monto que oscilaría entre los u$s10.000 y u$s12.000 millones. Sin embargo, los analistas advierten que a mayor monto solicitado, mayor será el ajuste requerido por el FMI, especialmente en el frente cambiario.
El mercado no tardó en reaccionar: el Banco Central volvió a intervenir con ventas de reservas por u$s134 millones, mientras que los dólares financieros escalaron más de $50 en apenas dos jornadas. La percepción generalizada es que los tiempos se han acelerado y las presiones no tardarán en llegar.
De acuerdo con PxQ, lo que hasta hace poco parecía un escenario de inflación en baja, reactivación económica y brecha cambiaria controlada, podría mutar rápidamente. Una nueva depreciación del tipo de cambio paralelo podría revertir la tendencia a la baja de la inflación y, con ello, afectar la recuperación de la actividad.
En su último informe, la consultora advirtió: “La mayor amenaza de corrida proviene del desapalancamiento del sector privado relacionado al comercio exterior, que había sido incentivado por el esquema de ‘carry trade’”. El endeudamiento privado en dólares, utilizado por el Banco Central para engrosar reservas, es uno de los puntos más sensibles en este contexto.
Según datos de Eco Go, la deuda comercial privada con vencimientos de entre 0 y 3 meses alcanza los u$s27.400 millones. Desde octubre, este stock creció en u$s7.000 millones hasta llegar a u$s13.000 millones, en medio de un esquema de política cambiaria que ahora se encuentra bajo fuerte presión.
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