Mientras el Palacio de Hacienda se enfrenta al dilema de mantener los salarios anclados para controlar la inflación o liberar las paritarias para reactivar la economía, los estudios privados señalan que la baja del crawling peg no sería suficiente para reducir el crecimiento de precios por debajo del 2% en el promedio de enero. La principal causa de este estancamiento inflacionario sería la fuerte suba de alimentos y bebidas durante las primeras semanas del año.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El último informe de la consultora Orlando Ferreres & Asociados, que relevó más de 15.000 precios de bienes y servicios en el Gran Buenos Aires, estimó que la inflación de enero de 2025 será del 2,4%, manteniéndose en los mismos niveles que el índice más bajo registrado durante la gestión de Javier Milei en noviembre de 2024. En este contexto, el gobierno actual afrontará por primera vez una inflación interanual de dos dígitos, aunque sin superar la brecha del 95%, una significativa reducción respecto al 117,8% registrado en diciembre de 2023, cuando se alcanzó una escalada inflacionaria del 25,5%.
Alimentos y bebidas, el principal impulsor de la inflación
Los rubros que experimentaron los mayores aumentos durante enero fueron: Alimentos y Bebidas con un 4,1% de incremento mensual; Vivienda con un 2,9%; Bienes varios con un 2,7%; Esparcimiento con un 2,2%; Transporte y Comunicaciones con un 2% y Salud con un 1,6%. En contraposición, el rubro Equipamiento y funcionamiento del hogar experimentó una disminución en su precio promedio de un 0,5%.
La suba de los precios de los alimentos fue, una vez más, uno de los factores más determinantes en las proyecciones inflacionarias, lo que refleja la presión constante sobre el presupuesto de los hogares argentinos.
Proyecciones de inflación: desaceleración en comparación con diciembre
Otras consultoras privadas coinciden en que la inflación de enero podría situarse entre el 2,5% y el 2%, lo que implicaría una desaceleración respecto a diciembre. Si estas proyecciones se confirman, enero podría registrar la inflación más baja desde 2018, con la interanual regresando a dos dígitos por primera vez desde octubre de 2022.
La consultora LCG proyectó que la inflación de enero estaría por debajo del 2,5%, destacando que la suba de precios de alimentos y bebidas será del 2,4%. «Panificados representa casi el 40% de la inflación en alimentos y bebidas, mientras que las bebidas contribuyen con otro 22%», señalaron en su informe.
Por su parte, el Relevamiento de Precios Minoristas de Eco Go para la cuarta semana de enero arrojó una variación semanal de alimentos del 0,7%. La estimación final para todo el mes se ubicó en un 2,3%, una corrección al alza debido a un aumento mayor al esperado en los alimentos y las subas del 17,6% en mano de obra del Indice de Costo de la Construcción (ICC) y en cigarrillos.
Datos regionales: variación de precios en el GBA
El relevamiento de precios de la consultora C&T para el Gran Buenos Aires también mostró una inflación mensual de 2% en enero. Este fue el índice más bajo de los últimos 53 meses y el más bajo registrado en un mes de enero desde 2018. En términos interanuales, la inflación alcanzó el 93,4%, la más baja desde octubre de 2022.
Dentro de los rubros con mayor aumento en el GBA, el turismo lideró la suba con un 6,2% mensual, impulsado por la temporada de vacaciones. Otros aumentos importantes fueron en transporte y comunicaciones (2,6%), con una suba de 3,4% en comunicaciones y un aumento en el mantenimiento de vehículos. Además, el rubro salud experimentó un incremento del 2%, principalmente por el alza en los servicios de salud (2,6%) y los medicamentos, que aumentaron un 0,9%.
Proyección final de inflación: Analytica también ajusta sus estimaciones
Por último, la consultora Analytica también estimó una inflación de enero en torno al 2,3% mensual, sumándose así a las proyecciones de otras entidades que advierten que, aunque los precios continúan con una tendencia alcista, la desaceleración podría persistir en los próximos meses.
Con estos datos, se sigue marcando una tendencia de desaceleración de la inflación, pero los alimentos y bebidas siguen siendo un factor clave que impacta directamente en las estimaciones finales para el primer mes del año.