Luego de no alcanzar el dictamen necesario en la Comisión de Legislación del Trabajo, la Unión Cívica Radical (UCR) presentó una fundamentación legal para insistir con la votación del proyecto de «democracia sindical», una iniciativa que reformaría la estructura de los gremios y sus alcances sobre los afiliados. Los miembros de la UCR esperan que el proyecto sea discutido en la Cámara de Diputados la próxima semana, a pesar de no haber conseguido el respaldo esperado en la última reunión de la comisión.
La propuesta busca eliminar la reelección indefinida para los secretarios generales, suprimir la obligatoriedad de la cuota solidaria y aplicar la ficha limpia para los sindicalistas. Además, plantea la creación de un órgano compuesto por cinco miembros en las dirigencias sindicales, que representen a las minorías, y la implementación de nuevos mecanismos para la elección de las obras sociales sindicales. Sin embargo, en la reunión de la comisión de este martes, el proyecto obtuvo solo 15 firmas, muy por debajo de las 16 necesarias para emitir un dictamen favorable.
A pesar de este revés, el presidente de la comisión, Martín Tetaz (UCR), defendió la iniciativa argumentando que, según una interpretación de una resolución de abril de 2010, el reglamento establece que para la validez de un despacho es necesaria la firma de la mayoría de los miembros de cada comisión. En este sentido, Tetaz concluyó que «es ajustado a Derecho» que la comisión no pueda cambiar el reglamento sin un dictamen previo o sin una mayoría especial, y remarcó que la resolución interpretativa de 2010 fue aprobada por una mayoría contundente de 141 votos contra 91.
La propuesta de la UCR ahora está en manos del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien deberá decidir si el proyecto será debatido en sesión el próximo martes 26 de noviembre. Esta decisión podría sentar un precedente para reinterpretar la práctica legislativa, pero también podría verse influenciada por la falta de consenso entre los bloques, como ocurrió anteriormente con el apoyo de La Libertad Avanza, que en esta ocasión no respaldó totalmente el dictamen de la UCR.
En la misma reunión, el proyecto de reforma de los créditos laborales impulsado por la UCR y el PRO logró obtener dictamen de mayoría, pero no fue incluido en el temario de la sesión. Este proyecto propone una tasa de interés del 3% anual para las indemnizaciones durante el tiempo que dure un litigio judicial.
La propuesta de reforma laboral de la UCR había logrado consenso inicialmente, pero perdió fuerza en septiembre cuando la cercanía entre la CGT y la Casa Rosada hizo que los representantes de La Libertad Avanza desistieran de apoyar la iniciativa. Sin embargo, recientemente se consiguió el respaldo necesario para convocar una nueva reunión de la comisión. En ese momento, la baja de último momento de Alejandra Torres (Encuentro Federal) dejó a la UCR con 15 firmas, lo que finalmente impidió el dictamen favorable.
Miguel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal, expresó su rechazo al proyecto, advirtiendo que no bastaba con un debate parlamentario y sugirió la necesidad de convocar a los representantes sindicales para un debate más amplio. En tono irónico, también se refirió a las reformas sindicales, sugiriendo que los legisladores deberían aplicarse las mismas restricciones de reelección que proponen para los sindicatos, generando una intervención del santiagueño José Gómez (Unión por la Patria), quien apoyó la propuesta radical de no reelección, pero sugirió que los legisladores también deberían incluirse en esa medida.
A pesar de los obstáculos, la UCR continúa presionando para que el proyecto avance en el Congreso, confiando en que la votación de la próxima semana podría ser clave para definir el futuro de esta reforma sindical en el país.
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