Desde su llegada a Europa, las cotorras argentinas no solo han conquistado el espacio físico de las ciudades, sino también la atención de los científicos, que las han convertido en el centro de una fascinante investigación sobre la adaptación lingüística. Este fenómeno, que comenzó como una simple invasión de aves en el continente europeo, ha revelado un cambio inesperado en la comunicación de las cotorras, que han desarrollado un «nuevo lenguaje» adaptado a su entorno europeo.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Investigadores del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, junto con el Instituto de Antropología Evolutiva, han logrado identificar cómo las cotorras argentinas han modificado sus llamadas en un proceso de adaptación única. Según un reciente estudio publicado en Behavioral Ecology, las aves no solo se adaptaron a nuevas condiciones físicas en el continente europeo, sino también lingüísticas, desarrollando variaciones en sus vocalizaciones que no existen en su hábitat natal, en América del Sur.
¿Por qué cambiaron sus llamadas?
La pregunta sobre cómo las cotorras argentinas pudieron modificar su sistema de comunicación tras llegar a Europa ha generado gran interés entre los investigadores. Los estudios han revelado que al llegar a un entorno sin especies nativas de loros, las cotorras encontraron poco o ningún rival directo para el control del espacio aéreo. Esto favoreció su rápida expansión en países como España, Italia, Grecia y Bélgica, donde, en lugar de mantener sus llamadas originales, comenzaron a adaptarlas a los sonidos predominantes en cada ciudad.
La formación de «dialectos europeos»
El fenómeno ha sido tan impactante que los científicos lo han denominado un «dialecto europeo» de las cotorras. En su investigación, que abarcó varias ciudades europeas, se observó que las aves presentaban diferencias notables en sus vocalizaciones dependiendo de la ciudad en la que se encontraran. Este fenómeno se traduce en una verdadera división de dialectos, similar a los que podemos observar en las lenguas humanas.
Por ejemplo, en ciudades como Bruselas, las cotorras tenían llamadas de contacto claramente diferentes a las de otras ciudades europeas. Además, los científicos registraron variaciones en la modulación de la frecuencia de las llamadas, lo que refuerza la idea de que cada grupo de cotorras ha desarrollado un «acento» particular basado en su entorno local.
¿Cómo se formaron estos dialectos?
Los dialectos de las cotorras argentinas en Europa parecen haber surgido rápidamente después de su llegada al continente, aunque se han estabilizado con el tiempo. Según Simeon Smeele, coautor del estudio y científico del Instituto Max Planck, los dialectos comenzaron a formarse al principio, pero no han experimentado grandes cambios desde su estabilización.
Una de las teorías que los investigadores están considerando es que los dialectos de las cotorras podrían haberse formado a través de un proceso pasivo. Esto significaría que las aves cometieron «errores de copia» entre ellas, creando variaciones en sus llamadas de manera gradual. Sin embargo, también existe la posibilidad de que el proceso haya sido más activo, en el sentido de que las variaciones en las vocalizaciones podrían haber surgido como una forma de reconocimiento social entre los miembros de un mismo grupo, permitiendo distinguir a los individuos según su lugar de origen.
Un fenómeno único en el mundo animal
El estudio de las cotorras argentinas ofrece una nueva perspectiva sobre cómo las especies animales pueden adaptarse y evolucionar su comunicación en entornos completamente nuevos. El hecho de que estas aves hayan desarrollado dialectos específicos según su ubicación geográfica pone de manifiesto la capacidad de adaptación y la importancia de la comunicación en la evolución de las especies.
El fenómeno de las cotorras argentinas y su «lenguaje europeo» es un ejemplo fascinante de cómo el comportamiento animal puede cambiar y evolucionar en respuesta a factores ambientales y sociales, y abre nuevas líneas de investigación sobre la evolución de la comunicación en otras especies.