En el marco de la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, el presidente de la Nación, Javier Milei, brindó un contundente discurso sobre la lucha contra el hambre y la pobreza, afirmando que la única solución viable para erradicar estas problemáticas es el capitalismo de libre empresa. El mandatario argentino participó del plenario de jefes de Estado durante la sesión titulada “Inclusión social y lucha contra el hambre y la pobreza”, donde destacó la importancia de reducir la intervención estatal en la economía.
Crítica al intervencionismo estatal
Durante su intervención, Milei fue enfático al señalar que los gobiernos modernos han cometido el error de insistir en que la intervención estatal y la planificación centralizada son claves para combatir la pobreza. «Sea por malicia o ignorancia, la mayoría de los gobiernos han insistido en un error: el error de que para combatir el hambre y la pobreza hace falta mayor intervención estatal», afirmó el presidente, quien argumentó que este enfoque ha fracasado a lo largo de la historia.
Según el mandatario, cuando los Estados han asumido un control total de la economía, los resultados han sido desastrosos: «Cada vez que un Estado tuvo una presencia del 100% en la economía, que no es más que una forma bonita de llamar a la esclavitud, el resultado fue el éxodo tanto de la población como del capital, y millones de muertes, ya sea por hambre, frío o crimen», sostuvo.
El fracaso del socialismo y la defensa de los derechos individuales
Milei dedicó parte de su discurso a criticar el socialismo, al cual acusó de intentar construir un «paraíso en la tierra» a costa de vulnerar dos de los tres derechos humanos fundamentales: el derecho a la propiedad y el derecho a la libertad. «Sin estos tres derechos, la prosperidad y el crecimiento no existen», subrayó, advirtiendo que el socialismo distorsiona el sistema de incentivos, lo que genera estancamiento económico y opresión.
El presidente también destacó que el socialismo, al intentar imponer un modelo en el que el Estado se convierte en el centro de todo, «pone en duda el derecho a la vida» y exige medidas represivas, como «levantando muros» para evitar que las personas escapen de regímenes autoritarios. «Siempre que se aplicaron estas ideas tuvo que ser a punta de pistola», aseveró.
La política como forma de vida y el rol del Estado
Milei también hizo una crítica a los políticos modernos, a quienes acusó de no entender los desafíos que enfrentan los emprendedores y de legislar sin conocimiento real sobre los problemas económicos. Según él, «el incentivo del político implica no solucionar los problemas, sino perpetuarlos», ya que un problema resuelto reduciría la necesidad de intervención estatal.
«Los políticos buscan hacer de la política una forma de vida, pero no tienen idea de lo que implica emprender para solucionar problemas a terceros», expresó el mandatario, quien subrayó que la solución para erradicar la pobreza radica en reducir la intervención del Estado y permitir que el mercado libre haga su trabajo.
El capitalismo como motor de progreso
Milei hizo una defensa apasionada del capitalismo de libre mercado, al que consideró el principal motor de progreso humano y económico. Según el presidente, el capitalismo ha sido el responsable de sacar de la pobreza extrema al 90% de la población global y de duplicar la expectativa de vida en las últimas décadas. «El capitalismo de libre mercado ya sacó de la pobreza extrema al 90% de la población global, y duplicó la expectativa de vida», remarcó.
El mandatario también destacó los avances tecnológicos impulsados por este modelo económico: «El capitalismo generó un progreso tecnológico que puso al ser humano en el lugar de los dioses, habiendo conquistado los océanos, el aire, el espacio, el átomo y pudiendo comunicarnos a cientos de miles de kilómetros en tiempo real, como si se tratara de telepatía», expresó con entusiasmo.
Crítica al dirigismo estatal y las políticas fiscales
Milei criticó además el dirigismo estatal, señalando que este modelo «le roba la iniciativa a los más pobres» y los convierte en «esclavos de la dádiva». Según el presidente, las políticas de intervención del Estado no solo afectan la autonomía de las personas, sino que alimentan la corrupción y favorecen a los «intermediarios amigos del Estado».
En este sentido, subrayó la posición de su gobierno: «Si queremos luchar contra el hambre y erradicar la pobreza, la solución está en corrernos del medio». El mandatario instó a los países a desregular las economías, liberar el mercado y permitir que el intercambio voluntario de bienes y servicios genere prosperidad.
Por último, reiteró que nunca su administración defenderá propuestas que impliquen mayor presión fiscal o enfoques de desarrollo que prioricen intereses de políticos en países ricos en detrimento de los países pobres, que necesitan explotar sus recursos para salir de la pobreza.
Conclusión
El discurso de Javier Milei en la Cumbre del G20 resalta su postura firme sobre la importancia del capitalismo de libre mercado como solución para los problemas de pobreza y hambre, al mismo tiempo que critica el intervencionismo estatal y el dirigismo económico. En un contexto global de creciente desigualdad y pobreza, el mandatario argentino propuso un enfoque económico basado en la reducción del papel del Estado y la promoción de la libre empresa como motor del progreso y la prosperidad.
Descubre más desde Nexus Contenido
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.