En medio de la contienda interna dentro de la Unión Cívica Radical (UCR) en Córdoba, el candidato de siete núcleos internos, Marcos Ferrer, buscaba una vía para lograr la unidad con la línea rival liderada por Ramón Mestre. Sin embargo, el sector deloredista no se quedó atrás y salió a la palestra. El jefe del bloque boinablanca en la Legislatura, Matías Gvozdenovich, acusó al gobernador Martín Llaryora de inmiscuirse en la interna partidaria.
Según Gvozdenovich, el peronismo estaría intentando “invadir” la UCR, apuntando directamente al congreso partidario, que es el organismo encargado de aprobar las alianzas. La intención sería obstaculizar el consenso opositor liderado por Rodrigo de Loredo y Luis Juez, con miras al año 2027.
Esta tensión entre los distintos sectores políticos refleja la importancia de las alianzas y la lucha por el poder interno en la provincia de Córdoba. El escenario se presenta como un desafío para la consolidación de una estrategia opositora frente al oficialismo peronista. El tiempo dirá si la UCR logra mantener su cohesión o si las divisiones internas prevalecerán en el camino hacia las próximas elecciones.
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