El Gobierno de la provincia de Salta ha anunciado la instalación de un cerco de alambre en la frontera con Bolivia, en un intento por controlar la migración ilegal y el contrabando de bienes. La medida incluye la colocación de un alambrado olímpico a lo largo de un tramo de 200 metros en la localidad de Aguas Blancas, específicamente entre la terminal de colectivos y la oficina de Migraciones local.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Según el diario El Tribuno, el gobierno provincial ya ha convocado a licitación para llevar a cabo este proyecto. La instalación del alambrado es parte de una estrategia más amplia para mejorar la seguridad fronteriza en una zona clave, conocida por ser un punto de paso tanto para migrantes ilegales como para actividades ilícitas.
Virginia Cornejo, directora Nacional de Vigilancia y Control, explicó en diálogo con el medio salteño que, aunque Bolivia ha reforzado los controles en su lado de la frontera, en el lado argentino no existía una delimitación clara: «Del lado boliviano se construyeron controles estrictos, pero del lado argentino no había una delimitación clara», señaló.
Desde el mes de diciembre, las fuerzas federales han sido desplegadas en la localidad de Aguas Blancas para intensificar la vigilancia en la zona. Adrián Zigarán, interventor de la localidad, detalló que el cerco se colocará dentro de un muro preventivo que ya se utiliza para proteger la zona de las crecidas del río Bermejo, que marca la frontera entre ambos países.
«La idea es delimitar claramente el acceso a Migraciones para evitar que la gente pase por otros lugares sin control», comentó Zigarán. En la actualidad, muchas personas cruzan la frontera de manera informal saltando un muro protector y dirigiéndose al río para embarcarse en balsas no controladas. «Este punto es utilizado por personas que llegan por taxi, colectivo o cualquier otro medio y, desde ahí, saltan el muro de protección e ingresan sin pasar por el control migratorio», explicó.
La construcción del alambrado será financiada por la provincia de Salta, con supervisión del gobierno nacional, y forma parte de un esfuerzo conjunto para mejorar el orden y la seguridad en la frontera. Además, se espera que esta medida logre optimizar el tránsito de personas y bienes, reduciendo el contrabando que afecta a ambas naciones.
La reacción de Bolivia ante la medida
El gobierno boliviano ha expresado su preocupación por la medida tomada por Argentina. A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia advirtió que «cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos». Además, la cancillería boliviana subrayó que «los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común».
Este intercambio refleja la delicadeza de los temas fronterizos entre ambos países y la necesidad de mantener el diálogo abierto para evitar tensiones. La construcción del cerco en la frontera de Salta será monitoreada de cerca por las autoridades de ambos países, con el fin de garantizar que se respeten los acuerdos bilaterales existentes.
La medida, que se enmarca en un esfuerzo más amplio para reforzar la seguridad en la región, está generando expectativas en la provincia, donde se espera que reduzca significativamente las actividades ilegales y mejore la seguridad en una de las fronteras más vulnerables del país.