Venezuela ha denunciado que Brasil vetó su ingreso en el bloque de los BRICS durante la reciente cumbre celebrada en Rusia, a pesar de la histórica buena relación diplomática entre ambos países. La administración de Nicolás Maduro calificó esta acción como una «agresión» y un «gesto hostil».
La Cancillería venezolana emitió un comunicado en el que destacó que, a pesar de recibir el «respaldo y apoyo» de otros miembros del grupo de economías emergentes, el representante brasileño optó por mantener el veto que Jair Bolsonaro había impuesto durante su mandato. Este veto fue calificado por el gobierno de Maduro como «inexplicable e inmoral».
Venezuela ha buscado activamente ser un miembro pleno del bloque en los últimos meses. Maduro viajó a Kazán para reunirse con otros socios de los BRICS, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ya había expresado su apoyo a la inclusión venezolana.
Lula da Silva, presidente de Brasil, no pudo participar en la cumbre debido a un accidente doméstico, y la delegación brasileña fue liderada por el embajador Eduardo Paes Saboia.
El bloque de los BRICS, fundado en 2009, comenzó con cuatro miembros: Brasil, China, India y Rusia. En 2010 se unió Sudáfrica, y este año se incorporaron Etiopía, Irán, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
¿Quiebre diplomático entre Venezuela y Brasil?
A pesar de la histórica buena relación entre Lula da Silva y Venezuela, la situación se ha enfriado tras las elecciones del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue proclamado vencedor en medio de denuncias de fraude. Desde entonces, el presidente brasileño ha mantenido cierta distancia y ha insistido en la necesidad de transparencia en la difusión de las actas electorales.
Este reciente episodio podría agravar aún más las tensiones entre ambos países. Desde enero de 2023, Venezuela y Brasil habían reestablecido relaciones diplomáticas, luego de la ruptura en 2019, cuando Bolsonaro reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
En mayo de 2023, Maduro y Lula se reunieron en el palacio de Planalto y hablaron de una «nueva época» en las relaciones bilaterales, pero el veto en los BRICS podría representar un retroceso significativo en ese proceso de reconciliación.
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