Villarruel busca definir la destitución de Kueider: tensión en el Senado ante la resistencia del Gobierno

La vicegobernadora y titular del Senado, Victoria Villarruel, iniciará esta semana conversaciones con el Gobierno para evaluar la convocatoria a una sesión especial este jueves, con el objetivo de destituir al senador nacional Edgardo Kueider. Sin embargo, la Casa Rosada ha mostrado resistencia a reabrir el Senado, en respuesta al pedido de la bancada de Unión por la Patria (UP), lo que ha generado una creciente tensión política.

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Che Milei!

A vos que decías que venías a terminar con la “casta”, te quiero avisar que los 33 senadores y senadoras peronistas piden sesión especial el próximo jueves a las 11hs, para remover al Senador argentino que está preso en Paraguay porque lo agarraron en la Triple… pic.twitter.com/IgdO1NazTe
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) December 7, 2024

Kueider, quien se ha alineado con La Libertad Avanza en el Senado y fue crucial para la aprobación de la Ley Bases, es considerado un «aliado incómodo» para el oficialismo. La expulsión del legislador entrerriano podría costarle una banca clave en la Cámara Alta. En su lugar, ingresaría Stefanía Cora, actual legisladora provincial de Entre Ríos y vinculada a La Cámpora, lo que cambiaría la correlación de fuerzas en el Senado.

Desde el despacho de Villarruel, se están evaluando los antecedentes de convocatorias a sesiones extraordinarias, y aunque Javier Milei es quien tiene la facultad de fijar el temario para este período, la expulsión de Kueider podría ser resuelta de manera independiente, como una cuestión reglamentaria del Senado. Así, los senadores podrían abordar el tema sin depender de la agenda del Poder Ejecutivo Nacional.

No obstante, el proceso no será sencillo. Aunque el oficialismo cuenta con 33 senadores propios y el respaldo de Martín Lousteau y varios gobernadores que aportarían quórum, se necesitarían dos tercios de los votos para aprobar la expulsión de Kueider. Un número difícil de alcanzar en diciembre, dado el regreso de los legisladores a sus provincias y la complejidad de los acuerdos internos.

El caso Kueider ha tensado aún más las relaciones entre el presidente Javier Milei y Villarruel. La Casa Rosada ha mostrado resistencia a convocar a una sesión especial, pues considera que fue el Ejecutivo quien promovió la convocatoria a extraordinarias sin acuerdos previos. Además, se encuentra en medio de la controversia por el fracaso del Presupuesto 2025 y las tensiones con los gobernadores por la falta de consenso.

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En paralelo, durante el fin de semana, los seguidores de La Libertad Avanza en las redes sociales intensificaron los comentarios sobre la necesidad de revisar la situación de otros legisladores nacionales procesados o con condenas penales. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, apoyó esta postura, al sostener que el caso de Kueider, acusado de contrabando de divisas, podría constituir un delito de lavado de activos. Bullrich subrayó que no es el único legislador con procesos judiciales en curso, y sugirió que la limpieza política debería ser más amplia.

El oficialismo también se mostró preocupado por el impacto que el caso Kueider podría tener sobre la imagen del Senado. El jefe del bloque PRO en la Cámara Alta, Luis Juez, advirtió que este incidente «fue un balazo en la cabeza para la credibilidad del Senado». Además, el senador cordobés dejó en claro que, más allá de la pérdida de la mayoría, considera que lo hecho por Kueider es insostenible y que no debe haber especulaciones políticas en torno a su destitución. «Lo que hizo Kueider nos lastima enormemente», expresó Juez, anticipando su apoyo a la expulsión del legislador.

En las próximas horas, el destino de Kueider y el futuro de la bancada oficialista en el Senado quedarán más definidos, en un escenario cargado de incertidumbre y roces políticos, mientras la agenda del Congreso sigue siendo dominada por las tensiones internas del oficialismo y la oposición.