Una semana después de su hospitalización, el papa Francisco enfrenta un diagnóstico preocupante que ha sido detallado por los médicos que lo están tratando. El doctor Sergio Alfieri, director del departamento médico-quirúrgico del hospital Policlínico Gemelli, ofreció una conferencia de prensa en la que explicó la situación actual de salud del pontífice.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Según Alfieri, el papa Francisco está atravesando una infección poli microbiológica grave, sumada a una neumonía bilateral. Aunque se afirmó que su vida «no corre peligro inmediato», el diagnóstico es inquietante, y la enfermedad crónica que padece se considera irreversible.
El estado actual del Papa
El médico explicó que el papa sufre de bronquitis asmática crónica, un trastorno que «no se recuperará». A sus 88 años, la enfermedad permanecerá con él, aunque el tratamiento está mostrando algunos signos de mejoría. En cuanto a la infección en sus pulmones, Alfieri destacó que involucra virus, hongos y bacterias, pero que afortunadamente no ha llegado al torrente sanguíneo, lo que es positivo para su recuperación. A pesar de la gravedad del cuadro, el Papa «está respondiendo bien al tratamiento», y recientemente se le vio caminar y rezar en la capilla del hospital.
El tratamiento incluye cortisona, un medicamento que ayuda a la respiración, pero que también disminuye las defensas del cuerpo y eleva los niveles de glucemia, por lo que requiere ajustes constantes para evitar complicaciones adicionales.
La carta de renuncia firmada por el Papa
Ante su delicado estado de salud y en el contexto del precedente de Benedicto XVI, quien renunció por razones de salud en 2013, el papa Francisco dejó escrita una carta de renuncia en caso de que su salud se vea gravemente afectada. No obstante, el Papa ha reiterado que su intención es mantenerse en el cargo hasta que su cuerpo no se lo permita más. En una entrevista, mencionó que no considera la renuncia como una opción inmediata, ya que «por ahora lo ve lejos».
Francisco ha insistido en que «el ministerio petrino es ad vitam», es decir, considera que su pontificado es para toda la vida, y que solo en caso de un impedimento físico grave recurriría a la renuncia, tal como lo estipuló en la carta firmada al comienzo de su pontificado y que está depositada en la Secretaría de Estado del Vaticano.
Un futuro incierto
El estado de salud del papa Francisco, combinado con su decisión de dejar preparada una carta de renuncia, abre un capítulo incierto en la historia de la Iglesia Católica. A pesar de la gravedad de su condición, el Pontífice se mantiene comprometido con su rol y sigue adelante con sus responsabilidades diarias, pero las señales indican que su tiempo al frente de la Iglesia podría estar más cerca de su fin. Sin embargo, la situación sigue siendo monitoreada de cerca y, por el momento, no hay decisiones drásticas, aunque la salud del Papa será un tema crucial en los próximos meses.
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