Buenos Aires – YPF está llevando adelante uno de los proyectos más ambiciosos de la historia energética de Argentina: el Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS), una megainversión privada que, según sus responsables, transformará al país en un principal exportador de petróleo de la región. Con una inversión estimada en más de 2.500 millones de dólares, el oleoducto permitirá triplicar la producción de petróleo en el país hasta alcanzar 1,5 millones de barriles diarios para 2028, lo que posicionará a Argentina como una potencia petrolera, con exportaciones de crudo por más de 21.000 millones de dólares anuales.
¿Argentina pasa de país con petróleo a país petrolero?
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, destacó que el VMOS es un proyecto trascendental para la Cuenca Neuquina y, por ende, para el futuro energético del país. “La magnitud de este proyecto lo convierte en un hito para la Argentina, y para la Cuenca Neuquina: este ducto permitirá más que duplicar la posibilidad de evacuación de petróleo de Vaca Muerta”, afirmó Marín. En ese sentido, expertos del sector señalaron que la iniciativa RIGI, que incluye al VMOS, pondrá fin al histórico “cuello de botella” en la evacuación de petróleo, lo cual es clave para el desarrollo pleno de Vaca Muerta.
El Vaca Muerta Oleoducto Sur: detalles de la obra
El oleoducto se dividirá en dos tramos. El primero, que conecta Loma Campana con Allen, ya está en marcha. Con una extensión de 130 kilómetros, esta etapa tiene una inversión de 200 millones de dólares y un avance del 50%. El segundo tramo, que se extiende por 440 kilómetros hasta el puerto de Punta Colorada, en Río Negro, será la parte más costosa y compleja, con una inversión superior a los 2.500 millones de dólares.
Se espera que el tramo Allen-Punta Colorada esté listo para 2025, con la puesta a punto del oleoducto prevista para el tercer trimestre de ese año. YPF tiene la intención de inaugurar el proyecto en julio de 2025, en coincidencia con el Día de la Independencia de Argentina.
Para el segundo semestre de 2026, el oleoducto debería estar transportando 180.000 barriles diarios, con planes para aumentar esta cifra a 500.000 barriles por día a fines de 2027, y superar los 700.000 barriles para 2028. Las previsiones indican que para ese año, Argentina podría estar produciendo 1,5 millones de barriles diarios, una cifra que pondría al país por encima de Venezuela, Colombia y Ecuador en producción de crudo, aunque aún por detrás de Brasil y México.
Los socios estratégicos de YPF en el proyecto
El proyecto Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS) cuenta con la participación de YPF junto a PAE, Pluspetrol, Vista, Pampa Energía, Shell Argentina y Chevron, quienes conforman la nueva empresa privada encargada de su ejecución. Aunque las dos últimas empresas aún deben validar su adhesión en sus filiales internacionales, ya forman parte del proyecto.
La gestión del oleoducto estará a cargo de un CEO designado por YPF, quien ocupará el cargo por un año, con posibilidad de continuar si los socios lo consideran adecuado. Además, el directorio estará conformado por representantes de cada una de las petroleras socias, con la posibilidad de incorporar socios clase B, compañías más pequeñas que podrán acceder a una capacidad de despacho de hasta 65.000 barriles por día.
El impacto en la economía argentina
Con la ejecución de este megaproyecto, Argentina podría consolidarse como un exportador clave en el mercado mundial de petróleo. La nueva infraestructura de evacuación contribuirá a maximizar la producción de Vaca Muerta, uno de los yacimientos no convencionales más grandes del mundo, que ya es el principal motor de la industria energética argentina.
El Vaca Muerta Oleoducto Sur no solo aliviará los problemas logísticos de transporte de crudo, sino que también generará miles de empleos y fomentará el desarrollo de la industria petrolera en el país, poniendo a Argentina en una posición privilegiada en el contexto global.
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