El indicador de salarios utilizado por el Gobierno, la Remuneración Imponible de los Trabajadores Estables (RIPTE), registró en noviembre de 2024 su tercera mejora consecutiva en términos reales. El incremento nominal de 2,8% durante el 11° mes del año se tradujo en una mejora real del 0,4%. Este crecimiento se sumó a los avances registrados en octubre (3,8%) y septiembre (0,6%).
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Sin embargo, al hacer la comparación interanual, el RIPTE muestra un saldo negativo. En comparación con noviembre de 2023, previo a la llegada del gobierno de Javier Milei, el indicador registró una caída real del 0,9%. Esta caída se debe principalmente al retroceso de casi un 20% en los primeros meses de 2024, entre diciembre y febrero, impulsado por la aceleración inflacionaria.
Controversias sobre la metodología del RIPTE
Cabe señalar que el RIPTE no mide salarios en términos absolutos como otros indicadores, como el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Este índice refleja la base utilizada para los aportes al sistema de seguridad social, lo cual tiene un tope actualizado trimestralmente. Por esta razón, muchos economistas afirman que el RIPTE está más influenciado por los ajustes en los topes jubilatorios y la movilidad social que por la dinámica real de los salarios.
En este sentido, el RIPTE tiende a mostrar variaciones más modestas en meses en los que ese tope está «pisado», mientras que puede reflejar aumentos más marcados cuando los límites se ajustan al alza.
El RIPTE y su alcance limitado
La Secretaría de Trabajo aclara en su página web que el RIPTE «es un indicador previsional que no necesariamente refleja el comportamiento de los salarios del empleo asalariado registrado», ya que solo incluye los ingresos de trabajadores declarados de manera continua durante los últimos 13 meses. Además, el RIPTE considera solo los componentes no remunerativos del salario y el excedente de los salarios sobre el monto tope definido para los aportes personales al sistema de seguridad social.
En resumen, aunque el RIPTE muestra mejoras en el último trimestre del año, su capacidad para reflejar el poder adquisitivo real de los trabajadores queda limitada por su metodología y los efectos de la inflación, que en última instancia afecta a los salarios de los argentinos.