La Confederación General del Trabajo (CGT) se alista para el paro general programado para este jueves 10 de abril. La medida de fuerza comenzará el miércoles 9 con una nueva marcha de los jubilados, lo que promete desatar 36 horas de tensión y protesta.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Este será el tercer paro general que enfrentará el gobierno de Javier Milei, y la CGT lo organiza en contra de lo que consideran una «política económica destructiva». Los principales reclamos incluyen el «piso a los aumentos salariales» que aplica la administración de Milei, además de la defensa de los «salarios y los derechos de los jubilados». La central obrera denuncia que las decisiones económicas del gobierno impactan directamente en el poder adquisitivo de los trabajadores y en la calidad de vida de los jubilados.
En la noche del viernes pasado, las cúpulas de la CGT se reunieron en su sede de la calle Azopardo con representantes de varios movimientos sindicales. En esa reunión, se definieron los detalles de la movilización hacia el Congreso de la Nación, que será el principal objetivo del paro. En su cuenta de X (anteriormente Twitter), la CGT anunció que el miércoles 9 se realizará una concentración en Yrigoyen y Solís para apoyar a los jubilados, quienes serán los principales protagonistas de esta protesta.
Uno de los puntos de controversia dentro del gremio es la postura de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), cuyo secretario general, Roberto Fernández, decidió no sumarse al paro general. De acuerdo con información de InfoGremiales, la UTA está impedida legalmente de tomar medidas de fuerza debido a la conciliación obligatoria vigente en su conflicto salarial con las cámaras empresarias del sector. Además, Fernández mantiene una postura política distante de la cúpula de la CGT, lo que ha llevado a evitar tensiones con el oficialismo de Javier Milei.
Sin embargo, dentro de la CGT crecen las sospechas de que la UTA podría estar llevando a cabo una negociación paralela con el gobierno para obtener beneficios en futuras discusiones salariales. A pesar de los motivos legales y políticos esgrimidos por el gremio de los choferes, la relación entre ambos sectores sigue siendo tensa y genera dudas sobre la unidad del movimiento sindical.
El paro general del jueves será una nueva prueba de fuerza para la CGT y el gobierno de Milei, en medio de una creciente conflictividad social y económica.
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