El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado expectativas en toda América Latina, y en especial en Argentina, donde se observa con atención cómo podría impactar la relación bilateral. Earl Anthony Wayne, exembajador de Estados Unidos en Argentina durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, compartió su visión sobre este cambio de liderazgo en una entrevista con El Cronista.
«Creo que en la flamante administración de Trump estarán interesados en ver qué tipo de relación pueden tener con la Argentina de Javier Milei», afirmó Wayne, quien destacó que si bien las perspectivas de un vínculo más cercano son probables, los resultados concretos no se verían de inmediato. Según el exembajador, la administración Trump buscará fortalecer el comercio entre ambos países, aunque será un proceso gradual, condicionado por la configuración de su equipo de gobierno y las prioridades internas de Estados Unidos.
Wayne, quien se desempeñó como embajador en Buenos Aires entre 2007 y 2009 y que ha mantenido un vínculo cercano con la región, también anticipó que el enfoque de Trump hacia Latinoamérica podría diferir de su primer mandato. «Habrá un cambio general en la relación de Estados Unidos con América Latina, y en particular con Argentina, que podría ser más favorable que la que tuvo con el gobierno de Biden», indicó.
Una de las principales expectativas que se tienen en Argentina es la posibilidad de avanzar en un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, algo que el presidente Milei ha expresado en varias ocasiones. «Creo que es posible», comentó Wayne sobre este objetivo, aunque señaló que primero será necesario esperar a que se complete la transición del nuevo gobierno de Trump y se definan las políticas clave en sectores como el comercio y las relaciones exteriores.
En cuanto a las prioridades para Estados Unidos en relación con Argentina, Wayne destacó el interés en fortalecer el vínculo energético. «Argentina tiene un gran potencial energético, y Estados Unidos estará atento a cómo se desarrollan esas relaciones», apuntó. No obstante, también advirtió que las inversiones estadounidenses en el país podrían ser cautelosas debido a la volatilidad económica que ha caracterizado a Argentina a lo largo de los años. «Es probable que las inversiones lleguen, pero no de manera inmediata», sostuvo.
El exembajador también abordó el creciente desafío de China en la región, señalando que el gigante asiático continuará siendo una competencia clave para Estados Unidos, especialmente en términos de inversiones y relaciones comerciales. «China tiene los recursos y la tecnología para influir en América Latina, y eso podría generar un espacio para que Estados Unidos reevalúe su estrategia en la región», explicó.
En resumen, la relación entre Estados Unidos y Argentina bajo la presidencia de Trump parece estar destinada a un período de ajustes y exploración mutua. Aunque el camino hacia acuerdos concretos podría ser largo, las señales de interés por ambas partes son claras, y el devenir de los próximos meses será clave para determinar el rumbo de esta nueva fase en las relaciones bilaterales.
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